Chiang Rai y el Templo Blanco

Chiang Rai es una pequeña y tranquila ciudad fundada en el pasado por el rey Mengrai, que se encuentra a unas 3 horas al norte de Chiang Mai. Posee un gran número de cafés de estilo occidental de gran calidad. Esto se debe en parte a que muchos de los mejores granos del país se cultivan en los rincones más remotos de esta provincia. Su mejor carta de presentación, y lugar más visitado en la ciudad, es el Templo Blanco.

Templo Blanco. Chiang Rai. Marzo 2015.


No había un autobús directo desde Pai a Chiang Rai, por lo que tuve que cambiar de vehículo en la estación de Chiang Mai. Este segundo autobús tardaba otras tres horas, pero era más grande y espacioso, y con aire acondicionado. Fui pegando cabezadas parte del viaje. En la parada intermedia, me di cuenta que también viajaba un grupo de cuatro españoles, al que me acerqué al llegar a nuestro destino, para saludarlos y preguntarles si podíamos compartir transporte, ya que la estación resultó estar a unos ocho kilómetros del centro.

Chiang Rai


Tampoco tenían reserva, pero llevaban una guía de viaje y controlaban un hostal en pleno centro de Chiang Rai. Fuimos a verlo, y terminamos quedándonos todos en una habitación de seis camas. Se llamaba The North Hotel, y pagamos 200 baht por noche cada uno por una cama en habitación compartida de seis, baño privado, y con una terraza prácticamente para nosotros. Muy recomendable. Sin planearlo, ya tenía nuevos compañeros de viaje.

Pero el destino aún me tenía reservada la gran sorpresa del día. Mientras paseábamos por el mercado nocturno de Chiang Rai despueś de cenar, oí un ¡Johnny! por detrás, y al girarme, ví bajar por unas escaleras a mis cuatro niñas de Pai, cerveza en mano, y a las que ya hacía en Mae Salong. Precisamente les había enviado unos whatsapps antes de cenar para preguntarles qué tal resultó su aventura de viajar haciendo autostop, y decirles que cambié de planes y estaba en Chiang Rai. Y sin que los hubiesen visto, Tailandia nos unía de nuevo. ¡Qué gran sorpresa!. Son puro terremoto, desbordando alegría, ilusión, juventud y ganas por los cuatro costados. Nos fuimos todos a tomar algo por allí cerca y charlar. En la ciudad estaban como de fiesta, y había un par de pequeños conciertos en directo, uno más tailandés, y el otro con música más occidental. Había empezado el día solo, pensando que comenzaba la parte del viaje donde me tocaba la reflexión interior, y la terminé con ocho personas más. 

Julia, María, Manolo, Nadal, Marti, Lupi, Ari, Elena y yo. Chiang Rai. Marzo 2015.

A la mañana siguiente, las chicas, Julia y María, se fueron a realizar el tour por el triángulo de oro. Los chicos no tenían mucho tiempo en la ciudad y querían ver el Templo Blanco, y yo pasaba de hacer otra de las típicas turistadas, y más pensando en viajar a los otros dos países que, junto a Tailandia, completan ese triángulo en el río Mekong, Laos y Myanmar. Así que me fui con ellos a visitar dicho templo y la Casa Negra, el cielo y el infierno, respectivamente, los dos lugares más famosos de la ciudad.

Pero antes de eso, comentaros que también me negué a realizar otra de las típicas visitas turísticas en Tailandia, la de las tribus Kayan o Karen, con sus llamadas mujeres jirafas o padaung, un verdadero zoo humano. Estas tribus las componen refugiados birmanos en su mayoría, sin pasaporte ni derechos. A los cinco años comienzan a ponerse anillos de latón alrededor del cuello, y según crecen, van añadiendo más. Esto empuja la clavícula hacia abajo, comprimiendo la caja torácica, y creando el efecto óptico de un cuello más largo, aunque en realidad su longitud no varíe. Algunos hablan de que se siguen viendo obligadas a ello por ser su única fuente de ingresos para poder subsistir, otros que es el gobierno tailandés el que lo hace para mantener este lucrativo reclamo turístico de la zona. Da igual el motivo, pero personalmente, después de leer al respecto antes de llegar a Tailandia, no me sentiría bien conmigo mismo si fomentase este tipo de turismo.

Volviendo al Templo Blanco, para ir allí debíamos ir primero a la terminal 2 de la estación de autobuses, a la que llegamos desde Chiang Mai, y desde allí, al templo, a otros 10 kilómetros de distancia. En este segundo tramo, decidimos probar lo de hacer autostop. Durante la noche anterior, las argentinas nos contaron que les fue bien desde Pai, y también al ir a este templo. Nada, operación fallida, no paraba ni el tato, y terminamos en la parte de atrás de un songthaew repleto de gente, de pie y agarrados a los barrotes del mismo, casi en volandas.  

En la parte trasera de un songthaew después del fallido autostop. Chiang Rai. Marzo 2015.

El Templo Blanco


El Templo Blanco de Chiang Rai, Wat Rong Khun, es un templo budista contemporáneo, que en nada se parece al resto de los que he visto hasta el momento. Su inmaculado blanco representa la pureza de Buda, y su belleza es incontestable. Su construcción comenzó en el año 1997, pero al igual que La Sagrada Familia de Barcelona, aún no ha concluido, aunque puede visitarse gratuitamente al estar la misma muy avanzada. Para llegar a la sala principal, se debe cruzar un pequeño puente rodeado de figuras de gente sufriendo y pidiendo ayuda. En una entrevista, su creador mencionó al respecto que para llegar al cielo primero hay que pasar por el sufrimiento

Templo Blanco. Chiang Rai. Marzo 2015.

Templo Blanco. Chiang Rai. Marzo 2015.

Templo Blanco. Chiang Rai. Marzo 2015.

Templo Blanco. Chiang Rai. Marzo 2015.

Lo que realmente me resultaba extraño es que había figuras de personajes de cine fuera del recinto vallado del templo, como por ejemplo, un depredador, o las cabezas de Batman o Freddy Krueger colgadas de un árbol... También cuenta con pasillos cuyos techos están confeccionados a base de ofrendas en forma de corazones plateados.

El Templo Blanco es una preciosidad, no se puede decir de otra manera, y una visita muy recomendable.

La Casa Negra


Para ir a la Casa Negra debíamos volver a la terminal 1 de la estación de autobuses, en el centro de la ciudad, y desde allí, otro autobús para ir 14 kilómetros, aproximadamente, al norte. Pero convencimos a una pareja de alemanes, que también se dirigían allí, para tomar un songthaew juntos, con la ventaja de que nos esperaría durante la visita, y nos olvidaríamos de lo pesado de tener que esperar al autobús de vuelta.

La Casa Negra no deja indiferente a nadie, con extrañas figuras y muebles dentro de interiores oscuros, incluyendo una cabeza de Buda boca abajo, animales disecados, cuernos de buey o esculturas africanas. Tenía un punto macabro, y no es para nada sencillo interpretar el significado de lo que se está viendo. El contraste con el Templo Blanco es brutal, pero interesante. De hecho, a uno de mis compañeros le gustó más que el primero. Se compone de varias cabañas negras, la más grande, la que os muestro en las fotos. Aunque también había en el recinto como cápsulas blancas de un estilo más moderno, y una especie de nave espacial negra. Algo raro.

Casa Negra. Chiang Rai. Marzo 2015.

Cabeza invertida de Buda en la Casa Negra. Chiang Rai. Marzo 2015.

Casa Negra. Chiang Rai. Marzo 2015.

Por la noche, los cinco españoles fuimos a ver la estatua del rey Mengrai antes de cenar, y después, de nuevo al mercado nocturno, lugar más interesante de la ciudad a esas horas. Al regresar al hotel, ellos empezaron a hacer las maletas. A pesar de no haber mucho más que ver por allí, yo había decidido quedarme un día más para recopilar información de cara a cruzar Laos, y escribir tranquilamente en el blog sobre Chiang Mai y Pai. Aunque me gusta hacerlo, al final me está creando algo de obligación, ya no tanto por contaros mis andanzas a vosotros, sino por tener un recuerdo yo de todas ellas antes de que se me olviden.

Por la mañana fui a ver tranquilamente algunos de los templos más importantes dentro de la ciudad, el Wat Phra kaew, de gran importancia histórica, pues en él se encontró al Buda Esmeralda, y hoy es uno de los principales centros de enseñanza del budismo. Y el Wat Phrasingha, donde se encuentra el símbolo más valioso de Chiang Rai.

Wat Phra Kaew, Chiang Rai. Marzo 2015.

Wat Phrasingha, Chiang Rai. Marzo 2015.

Después de echarme la siesta y escribir un rato en el blog, salí a cenar y dar otra vuelta por el mercado nocturno, que a esa hora siempre tiene mucho ambiente. Me quedé un rato viendo un concierto en directo que se daba en una de las plazas del lugar. Y al hotel otra vez, a terminar de escribir las entradas y a hacer la mochila.   

En resumen, los principales atractivos de Chiang Rai son el Templo Blanco, la Casa Negra y el mercado nocturno. Es una ciudad un tanto gris y demasiada tranquila para el turista, que normalmente se utiliza de enlace para ir al triángulo de oro o a alguno de los pequeños pueblos del norte, como Doi Mae Salong, mi siguiente destino.


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