El Monasterio de Rila es el lugar espiritual y cultural más importante de Bulgaria. Y uno
de los símbolos del país, lo que lo convierte en un destino turístico muy
popular. Como la Iglesia Boyana, con unas pinturas murales únicas, y uno de los
pocos monumentos de arte cristiano medieval que aún se conservan. Ambos lugares
son Patrimonio de la Humanidad.
La noche anterior me había
alojado en la casa de un local a través de la plataforma couchsurfing, como
comenté en la entrada de Sofía (aún en construcción). Se llamaba Danail, y la oficina donde trabajaba estaba muy cerca de la Iglesia Boyana, que está a las afueras de la
ciudad, al suroeste. Así que le acompañé, y luego cogí el autobús número 64, que llega hasta la iglesia. El otro autobús que llega hasta allí es el número 107. Pero si no te
quieres complicar, los taxis son muy baratos en Bulgaria.
La Iglesia Boyana
La Iglesia Boyana (Боянската църква en alfabeto Cirílico) "San
Nicola y San Pantaleón" es una iglesia ortodoxa que se encuentra a los
pies de la montaña de Vitosha. Es Patrimonio de la Humanidad y sus frescos
representan uno de los pocos ejemplos de arte cristiano medieval de Europa
Oriental que han llegado hasta nuestros días. La iglesia Santa María de Petrich, en la fortaleza Asenova, es otro de estos ejemplos. Posee pinturas murales del
año 1259 realmente increíbles. Se construyó en tres etapas, siendo la primera durante el siglo XI y la última durante la mitad del siglo XIX.
En invierno la iglesia abre a las 9:00 de la mañana. Su entrada me costó 10 lev. Es muy pequeña, y su visita
lleva tan solo unos 20 minutos. Por suerte no había ningún otro
turista más cuando llegué, así que pude recrearme en las pinturas
tranquilamente, sin prisas ni agobios. Lo malo, o lo bueno para su conservación, es que no se permiten realizar fotografías dentro. Por eso, las dos que incluyo del interior de la Iglesia Boyana las obtuve del Portal Oficial de Turismo de Bulgaria.
Iglesia Boyana, en Sofía |
Iglesia Boyana |
Entrada de la Iglesia Boyana |
Frescos murales en el interior de la Iglesia Boyana |
Al salir, pregunté a la guía de la iglesia, que hablaba algo de inglés, cómo podía llegar a la estación de autobuses Ovcha Kupel, que es desde donde sale el autobús hacia el Monasterio de Rila, y me contestó que el autobús número 107 va directo desde la Iglesia Boyana hasta allí. Y me dijo ¡ese!, señalando al autobús, que ya se iba. Salí corriendo, y di algún grito para llamar la atención del conductor. Pero nada, lo perdí por 20 segundos. Así que, como no sabía lo que tardaría en llegar el siguiente y no me sobraba mucho tiempo, decidí bajar a la calle principal y tomar un taxi.
El conductor no sabía inglés, ni
yo búlgaro, así que me señaló como que lo dirigiese con el gps de mi teléfono
móvil donde le estaba enseñando el lugar. (Recomendación: descargar el mapa de Bulgaria previamente en Google Maps para utilizarlo
sin conexión). El trayecto resultó ser corto y bastante recto, de unos tres
kilómetros. Incluso pude haber ido caminando. Pero con un precio tan bajo del
taxi como 4 lev, 2 euros al cambio, no merecía la pena cansarme
innecesariamente.
He leído en algunas páginas que
los taxistas en Sofía no son muy de fiar. Incluso algún local me lo repitió
posteriormente. Pero sinceramente, no tuve ningún problema con éste, y puso el
taxímetro sin que yo se lo pidiera. Quizás fuera porque no conocía la dirección
o no podía entender dónde tenía que llevarme. Así que tener cuidado por si acaso.
La estación de autobuses Ovcha
Kupel está al suroeste del centro de Sofía, tras un supermercado, y se puede
llegar a la misma en varios autobuses locales o en tranvía. Por ejemplo, el tranvía número 5 para por allí, y también en el centro, así que os pude servir. En cualquier caso, es mejor que preguntéis en vuestro hotel o en
alguna de las oficinas de turismo si vais directamente.
El Monasterio de Rila
El autobús hacia el Monasterio de
Rila (Рилски манастир en alfabeto Cirílico) parte de allí a las 10:20, y cuesta 11 lev. La distancia son unos 120 kilómetros . Hizo
una parada algo más larga en el pueblo de Rila, donde nos cambiaron luego a una
minivan para continuar hacia el monasterio. El trayecto entre ambos puntos
discurre entre montañas, y paralelo al río Rilska. Acabamos llegando a las
13:00, como estaba previsto.
Es esa misma minivan la que hace el camino de vuelta a Sofía saliendo a las 15:00 del monasterio. Dos horas son suficientes para visitar el lugar, pues no es muy grande. A menos que quieras hacer un trekking por alguna de las rutas del Parque Nacional del Monasterio de Rila, y el paisaje invita a ello.
De hecho, hay varias de ellas,
siendo la más popular la que lleva a los Siete Lagos de Rila, uno de los
lugares más espectaculares de la Península de los Balcanes, según cuentan.
Tienen un origen glaciar, y se disponen como en peldaños a diferentes alturas,
conectados por estrechos barrancos y rodeados de imponentes picos. El más alto
se sitúa a 2.535 metros
de altitud. Otro gran debe que se añade a mi lista, y en esta ocasión por haber
viajado en invierno, con las montañas aún nevadas. El pico Rilets, con 2.713 metros de
altitud, es el más alto del Parque Natural del Monasterio de Rila.
El Monasterio de Rila es el centro espiritual y cultura de Bulgaria, y el monasterio ortodoxo más importante del país. El segundo es el Monasterio Bachkovo, al sur de Plovdiv. Al llegar al monasterio, lo primero que
encuentras son muros exteriores de piedra de 22 metros de alto que rodean el patio. La entrada al mismo es gratuita.
El Monasterio de Rila fue fundando en el siglo X por el ermitaño San Juan de Rila, dedicado al ayuno y la oración, originalmente cerca de la cueva donde vivió. Tiempo después fue trasladado hasta la ubicación actual, escondida en las profundidades de las montañas de Rila, a
El edificio más antiguo del
complejo es la Torre Jreliyova, construida en el año 1335, abierta para el
público sólo durante el verano. No está permitido subir a las diferentes salas, donde se encuentran los claustros y dormitorios de los monjes. Y para asegurarse de ello, el monasterio cuenta con varios guardias de seguridad, algo que me sorprendió muchísimo. Supongo que el motivo principal son las reliquias y otros tesoros históricos que guarda el lugar
Es la iglesia principal Rozhdestvo Bogorodichno la que realmente deja boquiabierto a todo aquel que la
visita. Ya los coloridos murales externos son admirables, y obligan a detenerse en ellos un buen rato.
Frescos exteriores de la iglesia del Monasterio de Rila |
Frescos exteriores de la iglesia del Monasterio de Rila |
Frescos exteriores de la iglesia del Monasterio de Rila |
Frescos exteriores de la iglesia del Monasterio de Rila |
Frescos exteriores de la iglesia del Monasterio de Rila |
Pero son los que hay dentro, junto con la iglesia en sí, lo que la convierten sin duda en uno de los templos más sorprendentes que he visitado nunca. Los frescos murales están siendo restaurados, por lo que los de la derecha según se entra tienen colores más nítidos que los de la izquierda. Qué pena que tampoco aquí dejen tomar fotografías dentro, así que incluyo una que he vuelto a obtener de la página de turismo de Bulgaria anteriormente mencionada, aunque no es muy buena:
La iglesia de Rila fue la primera iglesia ortodoxa que visité en mi vida, así que no sabía que éstas utilizan iconos o imágenes sagradas colocadas delante del altar, que es cerrado con cortinas durante la misa. Vi a los fieles situarse justo frente a las mismas mientras rezaban, y besarlas después. Algo curioso.
En el complejo existe también un museo
donde se cuenta la historia del monasterio. La entrada son 8 lev, y nuevamente
no está permitido tomar fotografías. Además, las mujeres que trabajaban allí iban detrás de mí y otros turistas, como si fuésemos a robar algo.
Y eso que disponen de cámaras de vigilancia. En fin, un detalle bastante feo.
La pieza más valiosa del museo, y
que a mí me pareció una auténtica obra de arte, fue la cruz de madera realizada
por el Padre Rafael. El hombre talló durante muchos años 36 escenas bíblicas en
miniatura, 18 por lado, incluyendo 600 figuras en tamaño ínfimo. Realmente increíble.
Como me quedaba aún bastante
tiempo, salí por el lado opuesto a la entrada, que lleva a un par de
restaurantes. No comí allí, pero di una vuelta por los alrededores viendo el paisaje.
La cueva donde residió San Juan de Rila se encuentra a unos cuatro kilómetros del monasterio, a través de un sendero marcado. No tenía suficiente tiempo para ir allí. Es el inconveniente de estar atado por los horarios del transporte público. Así que volví a entrar nuevamente en la iglesia, que me había maravillado.
Como ya comenté en la entrada
sobre Belogradchik, no alquilar un coche te resta muchísima flexibilidad y tiempo en un
viaje por Bulgaria, por lo lento del transporte público y lo complejo de
enlazar varios de ellos en horarios buenos. La visita al Monasterio de Rila es
otro ejemplo. No sólo porque el primer autobús hacia Rila salga bastante tarde.
Ni porque el último de vuelta a Sofía salga solo dos horas después de llegar,
negándote cualquier opción de ir a la cueva o realizar un pequeño trekking en
un paisaje espectacular.
También porque a unos25 kilómetros del
monasterio se encuentran las Pirámides Stobski, que sin ser tan conocidas como
las Pirámides de Melnik, más al sur, son otro de los lugares naturales más
populares en Bulgaria. En mi caso, resultó indiferente, porque entre Diciembre
y Febrero no recomiendan visitarlas, al estar el sendero o eco-ruta lleno de
fango y nieve. Pero dejo esta recomendación para los que vayáis en otras
fechas.
También porque a unos
Pirámides Stobski |
Las Pirámides Stobski alcanzan alturas de hasta
En resumen, en un solo día se
pueden combinar perfectamente las visitas a la Iglesia Boyana y al Monasterio
de Rila, obligadas en un viaje por Bulgaria. Si además dispones de coche, es
muy fácil incluir las Pirámides de Stobski en el mismo día, e incluso seguir hasta Melnik, más al sur, y dormir por allí o volver a Sofía.
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