Belogradchik es un pequeño pueblo
situado al noroeste de Bulgaria, en la provincia de Vidin. Se ha convertido en
un destino turístico muy popular debido a su fortaleza, las Rocas de Belogradchik,
y la cercana cueva Magura.
Llegué a la nueva terminal T2 del
aeropuerto de Sofía (София en alfabeto Cirílico*), la capital de Bulgaria,
pasadas las 14:00. Es pequeña, y la dirección hacia el metro está bien
señalizada. Hay una oficina donde el cambio de moneda euro-lev es bueno, así
que aproveché para conseguir algunas monedas locales. Un euro equivale
prácticamente a dos lev, es decir, el doble. No obstante, no cambiéis mucho,
porque en el centro de las principales ciudades encontraréis muchos lugares
donde el cambio es prácticamente el oficial, algo mejor.
Mi plan inicial era haber alquilado un coche y comenzar mi viaje a Bulgaria desde el mismo aeropuerto. Pero el estado de las carreteras me preocupaba, ya que desde el avión había visto mucha nieve. Además, la gestión online por adelantado no fue clara: al precio inicial luego sumaban las ruedas de invierno, obligatorias, y el seguro total finalmente no incluía varios términos. La conclusión fue que decidí iniciar la ruta a mi primer destino en transporte público, y luego ya iría viendo.
Éste era Belogradchik, (Белоградчик en alfabeto Cirílico*), un pequeño pueblo al noroeste de Bulgaria, con varios atractivos turísticos muy interesantes y cada vez más populares.
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Alfabeto Cirílico |
* En Bulgaria es complicado encontrar personas que hablen inglés, por lo que a veces es muy útil tener una pequeña guía de la equivalencia de cada símbolo. Por eso incluyo esta pequeña imagen, que he sacado de la web “viajeaeuropadeleste”. También, para hacerte entender, me descargué en el móvil el diccionario búlgaro de la aplicación Google Translator, lo que también me salvó en varias ocasiones. Lo malo es que ellos no pueden contestarte a menos que también descargues el teclado búlgaro.
El metro en Sofía es barato. Un
trayecto cuesta 1,60 lev. Posteriormente me comentaron que existe un pase
diario por 4,00 lev que te permite hacer cuantos viajes quieras en cualquier
transporte público.
Me desplacé entonces desde el
aeropuerto hasta la Central Train Station, con cambio de línea en la estación de
Serdika, el centro neurálgico de Sofia. Allí no sólo se
encuentra la estación de ferrocarril, sino también dos estaciones de autobuses,
y según el destino, parten de una u otra. Para el viajero extranjero, no
resulta fácil enterarse. Pero no os preocupéis que os iré ayudando con el
transporte público en las diferentes entradas sobre mi viaje a Bulgaria.
El autobús hacia Belogradchik parte
de la Central Bus Station, la que está más a la derecha, y el billete se compra
en la taquilla número 23 por 16 lev (8 euros). La hora de salida son las 16:30,
desde el andén 40, y el trayecto dura unas cuatro horas, con una parada larga
en Montana.
Si decides ir en coche, tardarás
sólo unas tres horas, quizás menos. Se puede ir por la carretera E79 (220 kilómetros ), o
por la carretera 81 (180
kilómetros ), aunque la duración es similar. El trayecto
del tren de la línea Sofía – Vidin hace algo intermedio, y los mejores paisajes
aparecen al cruzar las montañas.
El viaje fue tranquilo, y tuve la
sensación (errónea, como leeréis luego) de haber acertado al no alquilar el
coche, pues había mucha nieve a los lados de la carretera. También en los
campos y las montañas. Y algo que me sorprendió, y que siempre me cabrea:
basura y muchas botellas de plástico también a los costados de la carretera, en
mitad del camino, incluso en puntos alejados de cualquier pueblo. Lo que
significa una extraña afición por abrir las ventanas del vehículo y echar la
basura fuera en cualquier momento…
También vi algo característico de
las poblaciones búlgaras, los bloques de pisos que se construyeron en la época
comunista, todos iguales, diferenciados sólo por el número. No parecía que
cuidasen del estado de los mismos, y de otras muchas casas en ruinas y con los
tejados derrumbados.
Aparte de mí, en el autobús sólo
viajaba otra extranjera, Jessica, una joven americana de 20 años que trabajaba
en Sofía. Su hostal estaba al lado del mío, y la irían a recoger a la parada de
autobús, así que quedamos en ir juntos, y también en visitar la fortaleza de
Belogradchik al día siguiente. Resultó que los dueños eran familia del dueño de
mi hostal, Angel, que también había ido a recogerme sin avisármelo, por lo que
no nos vimos hasta que llegué al hostal.
Se llama Drakite Guesthouse, y está situada
en la parte oeste de Belogradchik, a unos 5 minutos caminando de la entrada a
la fortaleza. Es un hostal sencillo y acogedor, con conexión wifi de alta
velocidad, y Angel es amable y atento, y con un inglés excelente, algo poco
habitual en Bulgaria. Además dispone de excursiones en 4x4 a través de las rocas de Belogradchik, a lugares con vistas impresionantes que de otra manera
no podrías conseguir por tu cuenta. Y con un 50% de descuento para los clientes.
Muy recomendable.
Desperté temprano, y como no había
quedado con Jessica hasta las nueve, di una vuelta por el pueblo. Es tranquilo,
con muchos perros callejeros. Desayuné uno de los famosos yogures naturales de
Bulgaria, con una bacteria única en todo el mundo. Los venden en cualquier supermercado,
en botes de 400 – 500
gramos y con distinto porcentaje de materia grasa. Los
más habituales tienen menos de un 5%, pero yo probé uno de 10% y otro de 20% y
fueron los que más me gustaron. Éstos son algo más caros.
La fortaleza y rocas de Belogradchik
Ya con Jessica, la entrada a la
fortaleza de Belogradchik, también conocida como Kaleto, costó 6 lev (ella 3
lev por tener una tarjeta de estudiante). Fue construida por los romanos entre
los siglos I y III, aprovechando en varios lados las propias rocas a modo de
protección natural. Posteriormente fue utilizada por búlgaros y otomanos en
distintas guerras. Eso mismo también ocurrió con la fortaleza Asenova, al sur de Plovdiv. Posee muros de más de dos metros de espesor, y más de tres
de alto, que llegan a alcanzar los doce metros de altura en la tercera
plataforma.
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Fortaleza de Belogradchik |
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Fortaleza de Belogradchik |
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Fortaleza de Belogradchik |
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Fortaleza de Belogradchik |
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Rocas de Belogradchik y fortaleza |
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Fortaleza de Belogradchik |
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Fortaleza de Belogradchik |
Es una visita interesante, y un lugar con vistas geniales hacia el pueblo y, especialmente, hacia las famosas Rocas de Belogradchik, que estuvieron nominadas como una de las nuevas maravillas naturales del mundo. Éste es un complejo rocoso de gran extensión, donde las Rocas han sido esculpidas por la naturaleza durante más de 200 millones de años. Algunas se erigen a más de
Las distintas formas de las Rocas
se asemejan a personas o animales, que han originado distintas leyendas para
cada una de ellas. Por ejemplo, el primero grupo de rocas, alrededor de
Belogradchik, tienen nombres como el Caballero, la Madona, el Derviche, Adán y
Eva, los Hongos, el León, los Monjes y el Oso.
A otras rocas más alejadas se
puede llegar en coche por un camino bien señalizado, aunque es aconsejable el
uso de un 4x4, como comentaba antes. En esta zona, junto a las enormes
rocas cortadas, se pueden ver también profundos precipicios. Otros grupos se
encuentran cerca de otros pueblos cercanos, como Falkovets y Borovitsa.
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Rocas de Belogradchik |
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Rocas de Belogradchik |
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Rocas de Belogradchik |
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Rocas de Belogradchik |
La visita a la fortaleza nos llevó algo más de una hora, así que, hasta la salida del tren, aún me daba tiempo de ir a ver la cueva Magura. Jessica no estaba interesada, así que se fue a pasear por el pueblo. Volví al hostal a preguntar a Angel sobre la misma.
La cueva Magura
La cueva Magura es una de las más
grandes y bellas de Bulgaria. Conserva pinturas rupestres
que datan de épocas históricas, como el Neolítico o el comienzo de la Edad de Bronce. Están decoradas con guano
(excremento) de murciélago, y representan escenas de baile y caza. Se encuentra a unos 25 kilómetros de
Belogradchik y junto al lago Rabishko, el mayor del país. La longitud total de
las galerías descubiertas tiene más de dos kilómetros.
Me dijeron que la
entrada a la cueva Magura, una cada hora, son otros 10 lev, aunque en la página oficial de turismo de Bulgaria, donde podéis encontrar mucha información, pone que son 5 lev. De ahí he obtenido la siguiente fotografía:
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Cueva Magura |
Lo sorprendente, y problemático, es que no hay transporte público hacia la cueva, sólo taxis caros. No entiendo que, siendo una de las principales atracciones de la zona, no proporcionen un transporte público económico y con varios horarios al día, tanto para ir como para volver.
El precio de la ida y vuelta en taxi, incluyendo la espera allí de aproximadamente una hora que dura la visita, es de 40 lev (lo mismo o más que el alquiler de un coche durante un día). Angel llamó para preguntar, y le
dijeron que alguien me acompañaría, pero no podría salir por el extremo
opuesto, 1 km
aproximadamente, por haber hielo y ser peligroso. Al final todo aquello,
especialmente el precio, me echó para atrás. Comprendí el error de no haber alquilado
un coche, muy aconsejable para viajar a aquella zona.
Así que volví a pasear por el
pueblo, por calles más alejadas, aunque no encontré nada interesante. Comí en
un local que encontré frente al supermercado del pueblo, con una vitrina donde
se veían diferentes platos. Escogí cuatro distintos, siendo arroz uno de ellos,
por si acaso. Todo estuvo muy bueno, me gustaba la comida de Bulgaria. Y el
precio baratísimo, 4,33 lev, es decir, algo más de dos euros.
Llegaron las 12:30, hora en la
que había quedado con Jessica para que el dueño de su hostal nos llevara a
Oreshets por 10 lev el total. Es un pueblo a unos 12 kilómetros de Belogradchik donde para el tren que va desde
Vidin a Sofia. El precio del trayecto desde Oreshets hasta
Sofia es de 11,40 lev y dura unas cuatro horas. Hay varios
horarios a lo largo del día, aquí dejo solo un par de ellos, que te permiten
visitar Belogradchik y Magura durante la mañana, y regresar a Sofía temprano:
Vidin - Oreshets – Sofia
12:25 – 13:21 - 16:57
14:40 – 15:52 – 19:53
En resumen, las rocas y fortaleza
de Belogradchik es una visita interesante de uno o dos días (dependiendo si realizas excursiones y trekking por las rocas) desde Sofía, a la que se
puede sumar la cueva Magura. La mejor recomendación que puedo dar sobre la
misma es alquilar un coche, más rápido y flexible que el transporte público, porque si
dispones de poco tiempo en tu viaje por Bulgaria, no hacerlo lo hará una parada prescindible.
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