El Dragón, bestia mitológica por antonomasia. En Oriente, el lugar hacia donde me dirijo y a diferencia de en Occidente, el dragón siempre se ha considerado una criatura benéfica y un símbolo de buena fortuna. Los dragones chinos y japoneses simbolizan el poder espiritual supremo, el poder terrenal y celestial, el conocimiento y la fuerza.
Para ser honesto, "La Aventura del Dragón" era una de las pocas opciones que me gustaba y quedaba disponible, ya que el nombre original que tenía en mente era “el vuelo del dragón”. Tampoco estaban libres “el despertar del dragón”, “el amanecer del dragón” o “el destino del dragón”. La idea era algo que representase levantar, por fin, el vuelo, realizar ese viaje tantas veces soñado, seguir soñando mientras cumples tus sueños, buscar tu destino, dejarte llevar sin pensar en el mañana, disfrutando sólo del momento presente. Un amigo lo describió muy bien en su mensaje de despedida: ver mundo, afrontar peligros, traspasar muros, acercarse a los demás, encontrarse y sentir.
Es muy complicado dejarlo todo y echar a volar….tu familia, tu trabajo, tu vida tranquila y acomodada. Cuántas veces habré oído estos últimos meses aquello de ¡estás loco! ¡cómo vas a dejar un trabajo seguro!, ¿y si cuando vuelves no encuentras nada?, ¡con la crisis que hay!, ¿y qué pasa con tu hipoteca, cómo vas a pagarla sin trabajar?. Miedo, esta es la palabra que resume todo. Miedo a lo desconocido, a la incertidumbre, al fracaso, incluso al futuro. Y así se consume tu día a día, viviendo una vida que no te hace feliz, y mirando con miedo esa otra de la que sí te gustaría ser protagonista. Así pasaban los años, dejando que la "razón" y la "cordura" guiaran mis pasos, soñando despierto con aquello que verdaderamente anhelaba mi corazón.
Y llegó Enero del 2014, justo después de las vacaciones navideñas. Y, como en tantas otras ocasiones, quedé con mi gran amigo Alex para ir al cine, uno de esos pocos amigos que no es tu hermano únicamente porque no lleva tu misma sangre. No había visto el trailer de la película, pero su título me decía que algo especial se escondía tras él, “La vida secreta de Walter Mitty. Deja de soñar, comienza a vivir”. Y pasó que me vi tan irremediablemente reflejado en el personaje y en su vida, que esa fue la chispa que prendió finalmente la llama. Ya no había vuelta atrás. Y allí, paralizado en la butaca, viendo los créditos mientras sonaba “Stay Alive”, de José González, giré la cabeza y le dije….Alex, así es mi vida, tengo que irme, ya no puedo esperar más. “Do whatever just to stay alive”.
Al final te das cuenta que abandonar esa zona de confort en la que vives es la única solución, y que la única persona que necesitas para cambiar tu vida eres tú mismo, sin escuchar a nadie, sólo a tu corazón. ¡Deja que tus sueños sean más grandes que tus miedos!. Por diferentes circunstancias personales y profesionales he tardado un año más en comenzar el viaje desde aquella noche en el cine. Y no sé si encontraré aquello que estoy buscando, porque ni siquiera sé lo que es, o si me encontraré a mí mismo, aunque suene a tópico. Pero hoy salgo del camino de asfalto para tomar la ruta del bosque y la montaña, esa que tanta felicidad me aporta cada vez que la recorro. Hoy, decido vivir mi vida. Hoy, despierta el dragón. Hoy, por fin, ¡vuela el dragón!.
El dragón que aparece en el título del blog (gracias a mi hermano Oliver por su ayuda en el diseño del mismo) es el dibujo que llevo tatuado en la zona superior derecha de mi espalda desde el 10 de Febrero del 2006. Un dibujo que tardé en encontrar, pero cuando lo contemplé por primera vez, no hubo dudas. En su día significó un cambio en mi vida, más de actitud y de mirar hacia adelante. Ahora vuelve a tomar un significado aún mayor.
Y sin embargo, mi horóscopo chino es en realidad la cabra. Y cuál mi sorpresa cuando hace sólo unas semanas, y con el billete de avión ya comprado, descubrí que en éste 2015 comienza el nuevo año de la cabra. ¿Una mera casualidad, o una señal del destino?. Si a eso le unimos que mi segundo apellido es Becerro….¡entre cuernos anda el juego!. Menos mal que no tengo pareja, porque sería ciertamente sospechoso :-D
Cuenta una leyenda de la astrología china que Buda, viendo próxima su muerte, quiso reunir a todos los animales de la Tierra para dejar testimonio de su última voluntad. Para su sorpresa, sólo se presentaron doce animales ante él. La rata fue la primera en llegar, después llegaron otros once animales: el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo. Como premio a la devoción religiosa que le brindaron, Buda los convirtió en los Doce Signos del Zodiaco Chino.
Por último, en este punto también me gustaría resaltar la figura de un personaje público que me ha inspirado mucho los últimos años, Jesús Calleja, con sus "Desafío Extremo" y "Planeta Calleja", con sus ganas de conseguir todos sus sueños, de no rendirse nunca a pesar de las dificultades que encontraba. Y muchos otros personajes anónimos que contaban sus vidas en el extranjero en los programas de televisión "Madrileños/Españoles por el Mundo", que me hacían viajar con ellos a tantos y tantos lugares increíbles, y que ayudaban, sin saberlo, a que creciera en mí la semilla de lo que hoy es esta aventura. Gracias a todos ellos.
Para ser honesto, "La Aventura del Dragón" era una de las pocas opciones que me gustaba y quedaba disponible, ya que el nombre original que tenía en mente era “el vuelo del dragón”. Tampoco estaban libres “el despertar del dragón”, “el amanecer del dragón” o “el destino del dragón”. La idea era algo que representase levantar, por fin, el vuelo, realizar ese viaje tantas veces soñado, seguir soñando mientras cumples tus sueños, buscar tu destino, dejarte llevar sin pensar en el mañana, disfrutando sólo del momento presente. Un amigo lo describió muy bien en su mensaje de despedida: ver mundo, afrontar peligros, traspasar muros, acercarse a los demás, encontrarse y sentir.
Es muy complicado dejarlo todo y echar a volar….tu familia, tu trabajo, tu vida tranquila y acomodada. Cuántas veces habré oído estos últimos meses aquello de ¡estás loco! ¡cómo vas a dejar un trabajo seguro!, ¿y si cuando vuelves no encuentras nada?, ¡con la crisis que hay!, ¿y qué pasa con tu hipoteca, cómo vas a pagarla sin trabajar?. Miedo, esta es la palabra que resume todo. Miedo a lo desconocido, a la incertidumbre, al fracaso, incluso al futuro. Y así se consume tu día a día, viviendo una vida que no te hace feliz, y mirando con miedo esa otra de la que sí te gustaría ser protagonista. Así pasaban los años, dejando que la "razón" y la "cordura" guiaran mis pasos, soñando despierto con aquello que verdaderamente anhelaba mi corazón.
Y llegó Enero del 2014, justo después de las vacaciones navideñas. Y, como en tantas otras ocasiones, quedé con mi gran amigo Alex para ir al cine, uno de esos pocos amigos que no es tu hermano únicamente porque no lleva tu misma sangre. No había visto el trailer de la película, pero su título me decía que algo especial se escondía tras él, “La vida secreta de Walter Mitty. Deja de soñar, comienza a vivir”. Y pasó que me vi tan irremediablemente reflejado en el personaje y en su vida, que esa fue la chispa que prendió finalmente la llama. Ya no había vuelta atrás. Y allí, paralizado en la butaca, viendo los créditos mientras sonaba “Stay Alive”, de José González, giré la cabeza y le dije….Alex, así es mi vida, tengo que irme, ya no puedo esperar más. “Do whatever just to stay alive”.
Al final te das cuenta que abandonar esa zona de confort en la que vives es la única solución, y que la única persona que necesitas para cambiar tu vida eres tú mismo, sin escuchar a nadie, sólo a tu corazón. ¡Deja que tus sueños sean más grandes que tus miedos!. Por diferentes circunstancias personales y profesionales he tardado un año más en comenzar el viaje desde aquella noche en el cine. Y no sé si encontraré aquello que estoy buscando, porque ni siquiera sé lo que es, o si me encontraré a mí mismo, aunque suene a tópico. Pero hoy salgo del camino de asfalto para tomar la ruta del bosque y la montaña, esa que tanta felicidad me aporta cada vez que la recorro. Hoy, decido vivir mi vida. Hoy, despierta el dragón. Hoy, por fin, ¡vuela el dragón!.
El dragón que aparece en el título del blog (gracias a mi hermano Oliver por su ayuda en el diseño del mismo) es el dibujo que llevo tatuado en la zona superior derecha de mi espalda desde el 10 de Febrero del 2006. Un dibujo que tardé en encontrar, pero cuando lo contemplé por primera vez, no hubo dudas. En su día significó un cambio en mi vida, más de actitud y de mirar hacia adelante. Ahora vuelve a tomar un significado aún mayor.
Y sin embargo, mi horóscopo chino es en realidad la cabra. Y cuál mi sorpresa cuando hace sólo unas semanas, y con el billete de avión ya comprado, descubrí que en éste 2015 comienza el nuevo año de la cabra. ¿Una mera casualidad, o una señal del destino?. Si a eso le unimos que mi segundo apellido es Becerro….¡entre cuernos anda el juego!. Menos mal que no tengo pareja, porque sería ciertamente sospechoso :-D
Cuenta una leyenda de la astrología china que Buda, viendo próxima su muerte, quiso reunir a todos los animales de la Tierra para dejar testimonio de su última voluntad. Para su sorpresa, sólo se presentaron doce animales ante él. La rata fue la primera en llegar, después llegaron otros once animales: el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo. Como premio a la devoción religiosa que le brindaron, Buda los convirtió en los Doce Signos del Zodiaco Chino.
Por último, en este punto también me gustaría resaltar la figura de un personaje público que me ha inspirado mucho los últimos años, Jesús Calleja, con sus "Desafío Extremo" y "Planeta Calleja", con sus ganas de conseguir todos sus sueños, de no rendirse nunca a pesar de las dificultades que encontraba. Y muchos otros personajes anónimos que contaban sus vidas en el extranjero en los programas de televisión "Madrileños/Españoles por el Mundo", que me hacían viajar con ellos a tantos y tantos lugares increíbles, y que ayudaban, sin saberlo, a que creciera en mí la semilla de lo que hoy es esta aventura. Gracias a todos ellos.
Querido Jonathan,
ResponderEliminarGracias por acordarte de mi y de compartir conmigo tu blog. Como ya sabes yo también salí de mi zona de confort hace algunos meses, aunque nada parecido al viaje que estás a punto de emprender.
Quiero desearte todo el éxito del mundo en este nuevo camino que emprendes, pero si me lo permites (y si no me va a dar igual) quiero dejarte una reflexión y un consejo.
La reflexión: Vas hacia... o huyes de...?
El consejo: Te siempre un plan B (aunque cambie cada semana, pero ten algo preparado cuando lo inesperado llegue, que llegará).
Un saludo y lo dicho... Mucho Éxito.
Enhorabuena Jonathan,
ResponderEliminarTu blog tiene muy buena pinta. Pienso seguir tus andanzas a lo largo y ancho del mundo. No está nunca de más que nos recuerden que el HOY es lo que cuenta, que vida no hay más que una y no hay que desperdiciar ni un segundo, por mucho miedo que dé dar el salto. No te arrepentirás.
Me permitiré la licencia de decir que no creo que ir hacia algún sitio implique huir de algo y, mucho menos que esto sea un asunto en el que hayas de reflexionar ahora. En cualquier caso, la experiencia que estás a punto de emprender te proporcionará las respuestas a estas y otras muchas cuestiones que sólo a ti te corresponde hallar.
Deseo que en tu viaje encuentres tu camino.
No hace falta un plan B en tu ruta. Adelante: improvisa, respira, siente, descubre y …vive!
-Laura R.-
Muchas gracias Laura, no podría haberse dicho mejor. Saludos desde Moscú, haciendo escala.
ResponderEliminarHola Jonathan,
ResponderEliminarAquí estoy, pasando una tarde de sábado leyendo tu blog y por qué no decirlo, pasando algo de envidia...sana, por supuesto.
Ya sabes que comparto por completo tu manera de entender y sentir los viajes. Alguien dijo que viajar no es solo moverse del punto A al punto B, sino más bien recorrer esa distancia, casi al estilo de los exploradores del siglo XIX, en contacto directo con el entorno, las gentes, sus costumbres...como vas a hacer tú
Como sabes yo he viajado algo y guardo muchos y agradables recuerdos que vuelvo a rememorar cuando necesito evadirme; recuerdos de paisajes, personas con las que me he encontrado, historias personales que he compartido...en fin una amalgama de experiencias que me llevan todos los años por estas fechas a estar de planificación para mi siguiente viaje.
Es excitante llegar a sitios que has visto en fotos, estar ahí, contemplar un paisaje, un monumento, animales a los cuales tendrías que ir a ver a un zoológico como única opción y llevarte un recuerdo de todo eso en forma de fotos.
Pero igual de excitante es volver al cabo del tiempo y sentir que puedes moverte con total naturalidad y familiaridad, que lo conoces, y sentir cómo te asaltan recuerdos de anécdotas vividas con compañeros de viaje que estuvieron contigo en esos sitios ...pero hay tanto que ver...
En fin...qué te voy a decir Jonathan. Te seguiré con atención durante todo tu viaje.
Un abrazo.
Chema.
Los recuerdos ayudan a vivir estos viajes y experiencia una y otra vez, y te sorprendería saber la claridad con las que recuerdo cada paisaje, camino, persona o conversación, cada emoción y sensación. Sin duda, es la mejor decisión que he tomado en mi vida. Gracias Chema.
EliminarY siento mucho haber tardado tanto en contestarte, pero no me he dado cuenta hasta ahora que había inhabilitado esta opción por error. Un abrazo.
Bueno mate,creo que no debes forzar nada.....como decia bruce lee,gran filosofo ademas de experto en jet kune do,"just be water".Mi maestro de hapkido siempre dice que debemos estar relajados para poder redirigir nuestra energia o la de nuestros oponentes...pues bien,estoy seguro que sabras aprovechar tu energia o ki para librarte de tu oponente....ese que te ha hecho irte tan lejos pero tan cerca.Recuerda que el fin del camino no es lo importante...es el camino.Gracias por dejarnos seguir tu camino!!!!.Cuidate y pega una voz si necesitas ayuda...un abrazo gordo mate!!!!.
ResponderEliminarTú mejor que nadie, amigo, compañero, confidente, hermano, sabes lo que he vivido y sigo viviendo. Gracias por estar siempre cerca aún en la distancia.
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