El lago Sun Moon, sol y luna

El lago Sun Moon, o del sol y la luna, es el lago alpino más grande de Taiwan, y se encuentra situado a unos 760 metros de altitud. Se dice que su parte este se parece al sol, y la oeste a la luna, y de ahí su nombre. Es el destino de las lunas de miel, un lugar romántico donde las nubes dispersas y la niebla crean un ambiente especial dependiendo de la estación. Hay mucho que ver, no sólo en el lago, también en las diferentes rutas a su alrededor, lo que le ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de la isla de Taiwan.

Vistas desde Shueishe. Lago Sun Moon. Diciembre 2015


El tren procedente de Chiayi llegó de noche a Taichung, otra de las grandes urbes de Taiwan. No teníamos alojamiento reservado, y la estación no tenía conexión wifi gratuita. Así que empezamos a caminar por las calles cercanas buscando algún hostal u hotel. Encontramos uno de los segundos, de varias estrellas, e intuyendo que sería caro, la única esperanza era conseguir un suculento descuento dado que era ya casi media noche. Al llegar al mostrador, el personal atendía a otra cliente, pero me di cuenta de que tenían la contraseña de la conexión wifi allí mismo, al lado de los precios, fuera del alcance de nuestro bolsillo, como ya había supuesto. Ni corto ni perezoso, le dije a Asami que se conectara para buscar y reservar otro más barato, mientras yo les entretenía. Así que cuando llegó mi turno, y después de conseguir un insuficiente descuento, seguí insistiendo en una mayor rebaja dada la hora que era, y que siempre sería mejor que dejar la habitación vacía y sin obtener beneficio.

No sé cuántos minutos estuve dando la murga, pero fue suficiente para que Asami consiguiera una reserva, también algo cara, pero menos incluso que otros de nuestros alojamientos en Taiwan. Porque repito, los hostales y hoteles de esta isla no son precisamente los más baratos de Asia. Otra vez con las mochilas sobre los hombros, y después de unos diez o quince minutos caminando, llegamos al Mou Hotel, donde nos dieron una excelente habitación doble por 1100 NT, incluyendo un desayuno bufet amplio y variado del que dimos buena cuenta a la mañana siguiente. De hecho, después de desayunar, le comenté a Asami que nos había salido incluso barato. Sólo dormimos unas horas, pues queríamos llegar lo antes posible al lago.

Al irnos, preguntamos en recepción cómo llegar al lago Sun Moon, porque imaginamos que siendo un buen hotel, tendrían información al respecto. La sorpresa fue que la chica joven que allí trabajaba no sabía absolutamente nada sobre ese lago. Sabía inglés, pero ni había oído hablar del lago. Y eso ya me desesperó. Finalmente, nos atendió otra compañera que, al menos, nos dijo que lo mejor era preguntar en la oficina de turismo de la estación de ferrocarril. Y allí fuimos, aunque terminé cabreado con los chinos, que seguían entrando en la pequeña oficina aún estando ya completamente llena, y aunque eso supusiese dar empujones. Increíble la falta de educación y civismo de esta gente. Me pregunto cómo será en la China continental, aunque supongo que mucho peor, especialmente en las grandes ciudades.

Finalmente, a diez minutos caminando desde la estación, pudimos tomar un autobús hacia el lago Sun Moon, con la compañía Nantou Bus, por 190 NT cada uno, y unas dos horas de trayecto. Para el que vaya con más tiempo y planificación que nosotros, vi que se podían contratar varias paquetes turísticos, que incluían el barco por el lago, por ejemplo, o el viaje de vuelta a Taipei. No recuerdo precios ni si los ofertan todas las compañías, pero en cualquier caso, sería bueno que preguntéis con antelación.

Durante el viaje, fuimos ojeando toda la información que nos habían dado, especialmente la recomendación que hacían sobre rodearlo en bicicleta. La distancia total es de 33 km, sin cuestas muy pronunciadas, siempre que se haga en el sentido de las agujas del reloj, y parte del recorrido se realiza por caminos exclusivamente para bicicletas. Parecía muy buena idea, y decidimos hacerlo a la mañana siguiente. Para los perezosos, también existe un servicio de traslado en autobús alrededor de todo el lago. Y, por supuesto, muchas otras rutas que se alejan del lago, hacia algunas de las montañas que lo rodean, o pequeñas aldeas de tribus minoritarias, como la de nombre Bunun.

El lago Sun Moon, sol y luna


El autobús se detuvo en la estación de Shueishe, principal núcleo urbano del lago Sun Moon, aunque es muy pequeño. Allí se concentran gran parte de la oferta hotelera del lugar, restaurantes o tiendas de alquiler de bicicletas. Después de ojear varios hostales, y regatear el precio, elegimos el Minren Hotel, por 1.500 NT la noche (originalmente 2.000 NT) la habitación doble sin desayuno. Era Sábado, por lo que los precios estaban inflados. Algunos hoteles incluyen el billete del barco por el lago, o el alquiler de bicicletas en el precio, para intentar atraerte. Pero comprobamos en varios que era más económico comprarlos por separado, y fuera de los hoteles.

Fui a la oficina de turismo, casi en frente del hotel, para preguntar por el autobús hacia Taipei del día siguiente, y obtener algún mapa del lago y algo de información. Mientras hablaba con la mujer, apareció una china por detrás preguntándole algo directamente, sin importarle absolutamente nada que estuviese hablando conmigo. Y ya no aguanté más. Le pegué una voz, y con voz alta y seria le dije que esperara su turno, que estaba hablando con ella. Creo que la asusté, no se lo esperaba. Se disculpó y esperó. Pero qué gentuza más irrespetuosa y sin ninguna educación. No sé porqué, pero entonces me acordé del primer hostal de Bangkok, en el que me alojé con Antonio. Cuando fuimos a desayunar, una chica brasileña que conocimos, Fernanda, le dio una voz a una china que intentaba coger comida casi entre sus brazos, y ésta le dijo lo mismo, que esperase su turno. Luego nos contó que estaba bien harta de los chinos y su poca educación.

La mujer de la oficina de turismo, me comentó los horarios, aunque me dijo que lo mejor era preguntar en la estación de autobuses, allí al lado. Los últimos horarios del día siguiente, que elegí para aprovechar bien la mañana, eran a las 16:20 y a las 17:50. Compré el último, con la idea de cambiarlo por el anterior si llegábamos a tiempo, que me confirmaron que se podía hacer si aún quedaban plazas libres. El precio fue de 490 NT por persona, con un trayecto de cuatro horas, según el tráfico. Tuvimos suerte, porque promocionaban aquel día el trayecto en barco por el lago, con un 50% de descuento si comprabas el billete de autobús. Así que pagamos otros 300 NT por los dos billetes del barco, que era lo que decidimos hacer el resto de la tarde. 

Respecto a los barcos, existen un par de compañías, y te ponen un sello de color en la mano cuando lo coges por primera vez. Algunas van en sentido de las agujas del reloj, y otras al contrario, y parten de distintos muelles en cada una de las paradas, así que hay que fijarse bien. Y también preguntar con antelación el horario del último de ellos, alrededor de las 17:00, para no perderlo.

Después de comer ya algo tarde, cogimos el primer barco en el muelle de Shueishe hacia el templo Xuanguang, completamente repleto de turistas, por lo que no nos entretuvimos mucho allí. Antes, habíamos pasado junto a la isla Lalu, en mitad del lago y cubierta de agua. Lalu es el nombre que los habitantes originales de esta zona, la tribu Thao, le dieron a esa sagrada tierra.

Decidimos entonces hacer la ruta cuesta arriba hacia el templo Xuanzang y, más arriba, la pagoda Ci'en, de estilo chino con nueve plantas y 46 metros de altura. Pero en las últimas escaleras antes de llegar, vimos en el señalización que cerraba diez minutos después, por lo que no tendríamos suficiente tiempo. Como pasaríamos por allí en la ruta en bicicleta del día siguiente, no nos preocupó mucho. Lo que sí nos asustó, fue la cantidad de arañas de considerable tamaño que encontramos en el camino, y que fue la tónica también al día siguiente. No es que te dieras en la cabeza con sus telarañas, pero algunas no estaban muy lejos.

Araña. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

Volvimos al muelle al lado del templo, y tras esperar la cola, tomamos el barco hacia la aldea Ita Thao, ya con el atardecer a nuestras espaldas. Es la segunda más grande del lago tras Shueishe, y donde dimos un pequeño paseo antes de coger el último barco. Cerca de ésta se encuentra el teleférico hacia una de las pequeñas montañas que rodean al lago. Cuenta con unas vistas impresionantes, según dicen, porque finalmente tampoco lo tomamos al día siguiente.

Atardecer. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

Cenamos en un pequeño restaurante local, en el que luego repetiríamos al día siguiente, y nos acostamos pronto, porque al día siguiente teníamos que madrugar, y porque ya lo habíamos hecho esa misma mañana en Taichung.

Tras desayunar, hacer el check-out y dejar las mochilas grandes en el hostal, alquilamos dos bicicletas de montaña por 200 NT cada una. Conseguimos una rebaja sobre el precio que suelen ofertar. Y, opuestamente a lo que pensaba, las bicicletas estaban en buen estado y los cambios funcionaban correctamente. Lo único, que la mía era algo pequeña para mí, pero aún así, bien.

Comenzamos entonces la ruta alrededor del lago Sun Moon en el sentido de las agujas del reloj, parando cada dos por tres para tomar fotografías. Después de subir una pequeña cuesta, llegamos hasta el templo Wenwu y el parque homenaje a Confucio. En la parte opuesta del templo, hay 365 escaleras que bajan al lado, una por cada día del año, y en las que cada escalón es un homenaje a alguna celebridad.

Desde Shueishe. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

Ita Thao al fondo. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

El dragón en el templo Wenwu. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

El tigre en el templo Wenwu. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

Parque homenaje a Confucio, en el templo Wenwu. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

La carretera subía y bajaba, pero estaba claro que era mejor hacer el recorrido en esa dirección que al contrario. Paramos frente al teleférico para preguntar precios y duración del trayecto. Como nos pareció caro, disponíamos del tiempo justo, y ya teníamos muy buenas vistas desde los distintos miradores, nos pareció algo innecesario, por lo que continuamos hasta Ita Thao. Allí descansamos un rato y compramos algo para comer.

Tras continuar, llegamos hasta el templo Xuanzang y la pagoda Ci'en. Si desde el primero las vistas ya eran muy buenas, desde lo alto de la segunda, fueron inmejorables, de 360 grados. No sólo hacia el lago Sun Moon, también hacia las montañas que lo rodean. Es agotador subir los nueve tramos de escaleras, más aún con ya unos cuantos kilómetros sobre la bicicleta en nuestra piernas. Pero sin duda merece la pena.

La isla Lalu en el medio y Shueishe al fondo. Templo Xuanzang. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

Desde la pagoda Ci'en. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

Pagoda Ci'en. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

En lo alto de la pagoda Ci'en. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

Desde la pagoda Ci'en. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

Desde la pagoda Ci'en. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

Desde la pagoda Ci'en. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

Tras una larga bajada, llegamos hasta hasta la ruta ciclista Yuetan, separada de la carretera y mucho más tranquila. Y así transcurrió la segunda mitad de la ruta, primero hasta el Centro de Visitante de Xiangshan, y luego hasta completar los 33 kilómetros del recorrido. Al final se había dado tan bien, en parte por comenzar temprano, que no sólo podíamos cambiar el billete de autobús por el de la salia anterior, sino que nos daba tiempo a comer y coger el de las 14:20, casi tres horas antes del original ya comprado. Por suerte, aún quedaban plazas en éste y no nos pusieron pegas al cambiar el billete. La ventaja sería llegar mucho antes de lo pensado a Taipei, lo que nos vendría bien para descansar. Cuando recogimos las mochilas del hostal, aprovechamos para buscar y reservar un hostal en la capital.

Embarcadero. Lago Sun Moon. Diciembre 2015
Tierras separadas del lago por una colina. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

Pagoda Ci'en desde la ruta ciclista Yuetan. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

Desde Shueishe. Lago Sun Moon. Diciembre 2015

En resumen, el lago Sun Moon, sol y luna, es uno de los tres mejores lugares turísticos de Taiwan, desde mi punto de vista, justo con los Parques Nacionales de Taroko y Alishan. Una parada sin duda obligada en un viaje por la isla, y no sólo por el lago en sí, sino por las montañas que lo rodean, y las rutas y senderos disponibles en las cercanías. Diría que dos días es lo mínimo, pero personalmente me quedé con ganas de más.


Comparte esta aventura:

Publicar un comentario

 
Copyright © La Aventura del Dragón.