Kaohsiung, el lago Lotus y el monasterio Fo Guang Shan

Kaohsiung se encuentra en la costa suroeste de la isla de Taiwan, es la segunda ciudad en tamaño e importancia de la misma, y dispone del segundo aeropuerto internacional del país. Posee también el mayor puerto de mercancías de Taiwan, y uno de los más importantes del mundo, especialmente en el pasado, antes del gran auge económico de varias ciudades de la China continental. Posee dos bellezas irrenunciables en un viaje por el país: el lago Lotus y el monasterio budista Fo Guang Shan.


Pabellón Beiji Xuantian Shang Di, en el lago Lotus de Kaohsiung
Pabellón Beiji Xuantian Shang Di, en el lago Lotus. Kaohsiung. Diciembre 2015



El autobús procedente de Kenting nos dejó frente a la Estación Central (Main Station) de ferrocarril y metro (KMRT) de Kaohsiung. Desde allí, teníamos unos diez minutos caminando hasta el hotel que habíamos reservado, Jia Hong Hotel. El coste fue de 1160 NT por dos noches, con el desayuno incluido. Teníamos algunas dudas sobre el mismo, por algunos malos comentarios que habíamos leído, con quejas prácticamente sobre todo. Pero al llegar, vimos que la cosa no era para tanto, especialmente si lo vas a utilizar sólo para dormir, porque el resto del día lo pasas fuera visitando la ciudad. Cama cómoda, baño amplio y limpio... En general, creo que las personas que viajan de vacaciones por poco tiempo, quizás dos semanas, y los que viajan por un largo periodo, en plan mochilero, durmiendo posiblemente la mayor parte del tiempo en habitaciones compartidas, tienen puntos de vista muy diferentes sobre los alojamientos.

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El lago Lotus


Después de comer algo, pues ya era tarde, nos encaminamos hacia la principal atracción de Kaohsiung, y una de la más famosas de Taiwan, el lago Lotus de Zuoying, fundado en el siglo XVII y que actualmente es ya un distrito más de la ciudad. Allí se construyó un enorme lago artificial rodeado de monumentos, templos y pagodas. Para ir hasta allí, se puede utilizar un tren rápido, uno regional o el KMRT, aunque los dos últimos son suficiente porque se llega en menos de diez minutos. Dependiendo de la opción elegida, la estación está más o menos cerca del lago.

Lo primero que encontramos fue el templo de Confucio, el más grande de Taiwan. Estaba cerrado a esa hora, pero estaban tomando fotografías a una modelo. A la tarde le quedaba poco tiempo de vida, así que continuamos bordeando el lago hasta el Pabellón Beiji. Pero antes, visitamos un templo que estaba a medio camino. Las decoraciones de dragones en los tejados sería la tónica de lo que veríamos aquella tarde, como también los adornos de paredes y columnas, que siempre hacen referencia a alguna historia épica.

Entrada al Templo de Confucio, en el lago Lotus. Kaohsiung. Diciembre 2015

Templo en el lago Lotus. Kaohsiung. Diciembre 2015

Templo en el lago Lotus. Kaohsiung. Diciembre 2015

El magnífico Pabellón Beiji Xuantian Shang Di destaca en el horizonte del lago Lotus por la impresionante estatua del emperador Xuantian, o Xuan Wu, de 22 metros de alto, que lo preside y descansa sobre su techo. Es conocido como el Emperador Oscuro, y porta la espada Qixing, o de las Siete Estrellas. Se accede al mismo a través de un pequeño puente que te adentra en el mismo, con estatuas y un pequeño pabellón a cada lado.

Pabellón Beiji Xuantian Shang Di, en el lago Lotus. Kaohsiung. Diciembre 2015

Pabellón Beiji Xuantian Shang Di, en el lago Lotus. Kaohsiung. Diciembre 2015

Pabellón Beiji Xuantian Shang Di, en el lago Lotus. Kaohsiung. Diciembre 2015

Lago Lotus. Kaohsiung. Diciembre 2015

Continuando el paseo, encontramos el Pabellón de la Primavera y el Otoño, representando por dos pequeñas torres a cada lado de un estatua de Guanyin que monta un dragón. A través de éste, y recorriendo otro puente, más alargado que el anterior, se llega hasta el Pabellón Wuli, símbolo de prosperidad, fortuna y paz.

Pabellón de la Primavera y el Otoño, en el lago Lotus. Kaohsiung. Diciembre 2015

Pabellón de la Primavera y el Otoño, en el lago Lotus. Kaohsiung. Diciembre 2015

Pabellón Wuli, en el lago Lotus. Kaohsiung. Diciembre 2015

El Templo Qiming fue la siguiente visita, un palacio de tres plantas reconstruido en el año 1973 con un estilo oriental, y grandes escaleras para acceder al mismo.


Templo Qiming, en el lago Lotus. Kaohsiung. Diciembre 2015

Por último, nos dirigimos hacia las Pagodas del Dragón y del Tigre, terminadas en el año 1976, y uno de los principales atractivos del lago Lotus, si no el más importante. Para llegar hasta su entrada, primero se ha de atravesar un camino en zig-zag, pues se dice que los demonios sólo pueden caminar en línea recta. Se entrada por las fauces del dragón, y se sale por la del tigre, con el objetivo de liberar así infortunios y mitigar los desastres. Cada torre posee siete plantas, con diseños basados en los siete Budas. Nosotros subimos a lo alto de la del dragón, donde disfrutamos de la panorámica de la ciudad que se veía desde ese punto, y del resto del lago Lotus, aunque la noche ya nos atrapó allí. 

Como nos entretuvimos sacando varias fotografías, algunas de las tontas, cuando quisimos salir, habían cerrado la puerta de la Torre del Dragón, ya que no nos percatamos que teníamos que salir por la otra. Tuvimos la suerte, sin embargo, que segundos después llegó un pequeño grupo de personas al que les permitieron pasar fuera del horario. Frente a las torres, se alza el Palacio Ciji, ángel guardián de los residentes locales. Se construyó originalmente en otra localización durante la dinastía Qing, y posteriormente se reconstruyó allí, al lado del lago, en el año 1960.

Pagodas del dragón y del tigre, en el lago Lotus. Kaohsiung. Diciembre 2015

Palacio Ciji (mala foto) y pagodas del dragón y del tigre, en el lago Lotus. Kaohsiung. Diciembre 2015

Vista nocturna del lago Lotus. Kaohsiung. Diciembre 2015

Era tarde, y el día había sido extenuante, incluyendo la ruta por el Parque Nacional Kenting, el viaje en autobús desde allí, y el recorrido por el lago Lotus. Pero estábamos contentos, porque habíamos disfrutado de la belleza de los pabellones y templos de este último. Volvimos entonces caminando hacia el hotel, parando el algún mercado de fruta que encontramos, y en un centro comercial para seguir buscando unas nuevas zapatillas de trekking. Cenamos algo y nos acostamos temprano.


El Monasterio Budista Fo Guang Shan


Al día siguiente, tras desayunar nos dirigimos hacia el Monasterio Budista Fo Guang Shan, el templo más grande de Taiwan, y con mucha razón, según descubriríamos posteriormente. Se encuentra a alrededor de 30 kilómetros desde el centro de la ciudad, por lo que para llegar hasta allí en transporte público, existen dos opciones principales, dejando a un lado la del taxi. La primera, y que nos recomendaron en el hotel, es ir hasta la estación de Zuoying, y desde allí tomar el autobús 8501, con el Monasterio Fo Guang Shan como última parada. Su coste fueron 70 NT. La segunda opción, de la que nos enteramos posteriormente porque fue la que utilizamos para regresar, es coger los autobuses 8010 ó 8011, que van directos hasta Fo Guang Shan, al lado de la Estación Principal de Kaohsiung. En cualquier caso, la duración del trayecto es de aproximadamente una hora, dependiente del tráfico que se encuentre.

El monasterio budista de Fo Guang Shan se fundó en el año 1967 por Hsing Yun. Junto a éste se alza el gran Salón Memorial de Buda, cuya construcción comenzó en el año 1998, tras la donación de una vieja reliquia, un diente de 30 años, por parte del Lama Tibetano Kunga a Taiwan, como agradecimiento por promover durante largo tiempo el intercambio cultural entre el budismo y el tibetano. 

Comenzamos la visita por éste último, y desde la carretera, se accede al mismo a través de la Puerta de la Liberación. Su entrada es gratuita. El trayecto hacia el gran Buda está custodiado por ocho estupas, que representan distintas conductas morales. La estatua de bronce de Buda se encuentra tras la estupa piramidal de cuatro esquinas, el edificio principal, que alberga un museo en su interior que merece la pena visitar tranquilamente. También se puede subir a su planta alta, con una estupa en cada esquina que simbolizan las Cuatro Nobles Verdades.

Desde allí, las vistas hacia el camino recorrido entre las ocho estupas primeras, y el enclave natural en sí, es digno de ver. Nos resultó curioso que todos los monjes allí eran mujeres, algo que era la primera vez que veía en Asia. Además eran simpáticas y hablaban inglés. Por último, allí, inmensa, nos daba la bienvenida la estatua de Buda con sus 150 metros de altura, y se dice que allí dentro, los creyentes pueden alcanzar la paz.

Salón Memorial de Buda, en Fo Guang Shan. Kaohsiung. Diciembre 2015

Salón Memorial de Buda, en Fo Guang Shan. Kaohsiung. Diciembre 2015

Salón Memorial de Buda, en Fo Guang Shan. Kaohsiung. Diciembre 2015

Salón Memorial de Buda, en Fo Guang Shan. Kaohsiung. Diciembre 2015

Salón Memorial de Buda, en Fo Guang Shan. Kaohsiung. Diciembre 2015

Nos dirigimos entonces hacia el Gran Santuario, al lado del Salón Memorial, aunque hay que volver a salir a la carretera. Creímos que ya habríamos visto la mayor parte del complejo, pero estábamos bien equivocados, pues el Memorial era el hermano pequeño del Santuario. Visitamos primero la estatua del Gran Buda de Oro, de 120 metro de altura, y situado a la derecha de la entrada. Es el Buda de pie más alto del Sureste Asiático, y lo rodean 480 imágenes pequeñas y doradas, que simbolizan el recibimiento de Buda. Tuvimos la mala suerte de encontrarlo en trabajos de restauración y cubierto con una gran lona. 

Pequeñas imágenes doradas. Monasterio Fo Guang ShanKaohsiung. Diciembre 2015

Base del Gran Buda de Oro. Monasterio Fo Guang Shan. Kaohsiung. Diciembre 2015

Fuimos adentrándonos en el monasterio, descubriendo edificios sorprendentemente grandes, incluyendo el de la universidad budista. La suerte antes esquiva se volvió entonces hacia nosotros, permitiéndonos ver una ceremonia en el templo principal, con grandes imágenes de Buda en su interior, y decenas de monjes arrodillados rezando. Por supuesto, no pudimos acceder en ese momento, por lo que nos limitamos a verla desde fuera.

Monasterio Fo Guang Shan. Kaohsiung. Diciembre 2015

Monasterio Fo Guang Shan. Kaohsiung. Diciembre 2015

Monasterio Fo Guang Shan. Kaohsiung. Diciembre 2015

Al finalizar toda la visita, que no fue poca, y lleva  más de una mañana, volvimos hacia la parada de autobús para regresar a Kaohsiung. Sin embargo, a medio camino entre el Monasterio y el Memorial, nos dimos cuenta de que estaban construyendo en aquellos momentos otras edificaciones gigantescas en el mismo complejo, aún más grandes que los anteriores. No pude sino preguntarme si realmente era necesario construir más y más, porque empezaba a parecer algo más destinado al turismo que a los propios creyentes o monjes. 


Impresionantes nuevos edificios en construcción en Fo Guang Shan. Kaohsiung. Diciembre 2015

Queríamos ver también la ciudad, así que, en lugar de volver al hotel y descansar un rato, nos dirigimos directamente hacia el distrito más moderno, donde se dan cita los grandes centros comerciales, y el 85 Sky Tower. Éste es el edificio más alto de Kaohsiung, y lo fue también de Taiwan hasta que se concluyó el Taipei 101 en Taipei. Su nombre real es el Tuntex Sky Tower, posee 85 plantas y se eleva hasta los 347 metros, 378 metros si se incluye su antena. Su diseño intenta reproducir el símbolo chino que representa la palabra "alto", llamado "gao", por lo que su estructura posee como dos piernas en su base, que soportan la parte central más alta. La parada de KMRT más cercana es la Sanduo Shopping District, y el coste de subir a su observatorio es de 180 NT. Nosotros llegamos ya de noche, y el cielo no estaba claro, por lo que optamos por no subir. No pude tomar buenas fotografías tampoco desde abajo. Toda la ciudad en general tiene un pero muy grande, y es la enorme contaminación atmosférica que la rodea, y que puede verse a simple vista. Se debe a la cantidad de industria siderúrgica asentada en las proximidades de la ciudad.

Como en otras ciudades, no sólo de Taiwan, sino asiáticas en general, existen varios mercados nocturnos con puestos de comida, principalmente, y artículos varios en la calle. Aquella noche nos acercamos hasta el Liuhe Tourist Night Market, el más popular de Kaohsiung, no muy lejos de la Estación Central, desde la que se puede llegar caminando, aunque la estación de KMRT Formosa Boulevard se encuentra más cerca. Allí, exhaustos tras otro día completo y agotador, desechamos cualquier opción de seguir recorriendo más calles y volver pronto al hotel. 

Mercado nocturno de Liuhe. Kaohsiung. Diciembre 2015

Al día siguiente, nuestro plan era desplazarnos hasta la cercana Tainan, nuestro siguiente destino, donde una familia local ya había aceptado acogernos dos noches en su casa a través de couchsurfing. No habíamos quedado con ellos hasta casi la noche, por lo que teníamos todo el día para seguir visitando Kaohsiung, e incluso Tainan luego durante la tarde.

Recogimos todo y dejamos las mochilas en la recepción del hotel, para encaminarnos en KMRT hasta una parte de la ciudad que aún no conocíamos, el districto Yancheng, muy cerca del puerto. Paseamos por la zona, cruzamos el famoso río Love, y visitamos la iglesia Rose Mary, la primera católica del país y una de las tres más importantes de Asia. En aquellos momento la estaban decorando con motivos navideños. No nos estaba gustando mucho la zona, por lo que llegó la hora de despedirnos de Kaohsiung. Volvimos a hotel a por nuestra mochilas, y fuimos a la Estación Central para coger un tren local hacia Tainan, por 82 NT cada uno, y un trayecto de 39 minutos.

Río Love. Kaohsiung. Diciembre 2015

Iglesia Rose Mary. Kaohsiung. Diciembre 2015

En resumen, Kaohsiung, la segunda ciudad de Taiwan en tamaño e importancia, posee dos tesoros nacionales que podrían figurar en un supuesto top 10 de lugares que no puedes perderte en un viaje por Taiwan, como son el lago Lotus, con sus templos y pagodas, y el monasterio Fo Guang Shan y su Salón Memorial. Dos días son lo mínimo recomendado, aunque si te gusta ir más tranquilo, tres serán suficientes para descubrir más rincones de la ciudad. Tiene un problema, no sólo a nivel de salud para sus habitantes, sino del impacto visual que supone, y es su enorme contaminación.

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