Nelson
se encuentra en el extremo norte de la isla sur de Nueva Zelanda, y es el
centro geográfico del país. Está rodeada por montañas en tres de sus lados, y
por la bahía Tasman por el otro. Es el campamento base ideal para visitar los
cercanos Parques Nacionales Kahurangi, los Lagos Nelson y Abel Tasman. Este
último posee un precioso paisaje y una de las rutas más populares y visitadas
del país.
Parque Nacional Abel Tasman |
Había
salido temprano del histórico pueblo minero de Lyell y conducido unos 150 kilómetros
cuando paré en Richmond. Se trata de una pequeña población a solo 13 kilómetros de
Nelson. Di un pequeño paseo por sus calles centrales mientras tomaba un café. Pero con ganas de conocer la principal ciudad del norte de la isla sur de Nueva Zelanda, no me entretuve mucho más.
Allí también está el desvío de la carretera número 6 hacia el oeste, hacia el Parque Nacional Abel Tasman. Y muy cerca el del aeropuerto de Nelson. Supongo que por eso el tráfico era mayor en esa zona.
Allí también está el desvío de la carretera número 6 hacia el oeste, hacia el Parque Nacional Abel Tasman. Y muy cerca el del aeropuerto de Nelson. Supongo que por eso el tráfico era mayor en esa zona.
Nelson
Un
rato después llegué a Nelson, conocida por sus numerosas galerías y talleres
artísticos. Su centro histórico
aún mantiene muchos edificios de arquitectura victoriana, donde toda la calle
South Street fue declarada de valor histórico. Pero es la calle Trafalgar
Street el verdadero eje principal de la ciudad.
El
aparcamiento en esas calles centrales son de pago, pero no las que están algo
más alejadas, hacia el río Maitai, en la zona de la universidad. Y tuve suerte,
porque encontré un hueco en seguida, a menos de 10 minutos caminando de la calle Trafalgar. Visite
la iglesia anglicana que domina esa zona, con una arquitectura interesante,
distinta a otras. A pesar de ser temprano, tenía hambre, así que me senté en el
pequeño parque que la rodea para comer algo tranquilamente.
Iglesia anglicana, Nelson |
Calle Trafalgar, Nelson |
Luego
paseé por las calles centrales, llenas de comercios y cafeterías. Al final de
la calle Trafalgar se encuentra el i-SITE, donde pedí información, no sólo
sobre lo que visitar en Nelson, sino también sobre el Parque Nacional Abel
Tasman, al que iría al siguiente día. Casi en frente está la biblioteca pública
con su conexión wifi gratuita, donde pude recargar un poco la batería del móvil
mientras escribía mensajes.
En
el i-SITE me habían recomendado el pequeño paseo hasta el Monumento del Centro
de Nueva Zelanda, el centro geográfico exacto del país, y fue todo un acierto.
Primero transcurre paralelo al río Maitai, con casas encantadoras en la otra
orilla, y luego a través de un parque, en el que algunos tramos tienen bastante pendiente. El premio fueron las espectaculares
vistas de la ciudad, la bahía y las montañas desde arriba. Muy recomendable.
Vistas de Nelson desde el Centro de Nueva Zelanda |
Vistas de Nelson desde el Centro de Nueva Zelanda |
Vistas de de las montañas de Nelson desde el Centro de Nueva Zelanda |
Volví al centro recorriendo otras calles distintas, y me senté a tomar un café tranquilamente. De todas las pequeñas ciudades de la isla sur de Nueva Zelanda, quizás fue el centro de Nelson el que más me gustó, sin dejar atrás los de Queenstown y Dunedin.
A
pesar de que Nelson cuenta con varios campings gratuitos para cualquier
vehículo cerca del centro de la ciudad, entre el i-SITE y el río, decidí ir algún pueblo más cercano al
Parque Nacional Abel Tasman para dormir. Quería comenzar temprano el largo
trekking que me esperaba.
Antes
de irme, paré en la playa Tahunanui, bastante larga y tranquila
aquella tarde, y donde comenzó a llover. Ya sabía que llovería aquella tarde y
noche, y que al día siguiente sería soleado. Por eso esperé un día más para
visitar Abel Tasman en lugar de haber ido directamente esa mañana.
A
través de la aplicación Rankers Camping NZ que siempre recomiendo, vi un
camping maorí gratuito para cualquier vehículo cerca de Motueka. Sin embargo,
cuando llegué, me dijeron que sólo lo abrían de Octubre a Marzo, algo de lo que
no me percaté en la aplicación.
Como
estaba lloviendo, no quise volver hacia atrás, a otros campings de los baratos
que vi entre Nelson y Motueka. Busqué entonces algún hostal en Motueka. La
biblioteca pública está junto a un supermercado Countdown, así que, tras
reservar el hostal utilizando su wifi, compré bebida y comida para preparar
varios tapers para el día siguiente.
El
hostal se llamaba Hat Trick Lodge Backpackers, y pagué 29 dólares neozelandeses
por una cama en un dormitorio de cuatro, con el baño compartido fuera. No
incluía desayuno ni, especialmente, una pequeña cantidad de megas libres para
navegar por Internet, como en otros hostales de Nueva Zelanda. Al menos dormí
solo en la habitación, y descansé muy bien.
Los
dueños ni siquiera estaban en recepción, había que llamarles a través de un
teléfono que había en la misma. Caro y con mal servicio, así que pasé de
recoger las sábanas antes de irme. Mi recomendación es alojarse en Nelson si no
podéis encontrar algo mejor, porque Motueka es más cara al ser el último pueblo
grande antes del Parque Nacional Abel Tasman.
Parque Nacional Abel Tasman
Partí
temprano, y lloviznaba cuando llegué a la
entrada sur del Parque Nacional Abel Tasman, la aldea Marahau. También se puede acceder desde el norte,
desde la bahía Golden, aunque es menos frecuente.
Abel Tasman es el Parque Nacional más pequeño de Nueva Zelanda, pero su ruta costera es uno de los “Great Walks” del país, y una de las más populares. Carece de dificultad, y se puede recorrer gran parte de la misma en un solo día, por lo que la hace más accesible a cualquier público. Posee 51 kilómetros de longitud, está marcada en todo momento, y necesita de tres a cinco días para completarse, según como te lo tomes, y si haces la ida y la vuelta.
Mapa del Parque Nacional Abel Tasman |
El
Departamento de Conservación de Nueva Zelanda (DOC) proporciona cuatro cabañas
y varios lugares para acampar a lo largo de la misma. Las cabañas deben
reservarse con antelación, y disponen de colchones, agua y baño, y algunas de
instalaciones para cocinar. Para acampar se necesita un permiso.
Hay
varias compañías de bote-taxi que operan en Abel Tasman, pero todas realizan
las mismas paradas y aproximadamente en los mismos horarios. Se puede reservar con antelación, lo que es aconsejable en temporada alta. Yo elegí ir hasta Bark Bay, y regresar caminando. Es decir, 21 kilómetros si conseguía llegar a Torrent Bay con la marea baja, y algo más de 24 kilómetros si lo hacía con la alta. Podéis consultar los horarios de las mareas en el centro de información.
Me parecía arriesgado ir más allá, porque siendo invierno, seguía anocheciendo pronto. En verano sí sería posible caminar más distancia en un solo día, al menos si estás en buena forma física.
También es posible hacer la ida a pie, y volver en bote. Pero eso tiene el problema de tener que acordar la hora de recogida del bote-taxi de antemano, y si llegas tarde por cualquier motivo, lo pierdes. A no ser que quieras hacer noche en alguna de las cabañas o campings del lugar. En tal caso, puedes esperar a que el bote llegue al siguiente día para dejar a otras personas, y cogerlo de vuelta.
Por si en el mapa no se ven bien, incluyo a continuación un resumen de los tramos:
Tramo | Coste bote-taxi ($) | Distancia (km) | Tiempo a pie (h) |
Maharau - Anchorage Hut | 35 | 12,4 | 3 - 4 |
Anchorage Hut - Torrent Bay | 35 | ||
Marea baja | 0,9 | 20 min | |
Marea alta | 4 | 1 - 1,5 | |
Torrent Bay - Bark Bay Hut | 40 | 7,8 | 2 - 3 |
Bark Bay Hut - Onetahuti | 42 | 6,1 | 2 |
Onetahuti - Awaroa Hut | 45 | 5,3 | 1,5 |
Awaroa Hut - Totaranui | 47 | 5,5 | 2 - 2,5 |
Totaranui - Whariwharangui Hut(*) | 7,5 | 3,5 |
(*)
Los botes-taxis no llegan a este punto.
El
aparcamiento para coches se encuentra a solo unos metros del centro de
información, donde además hay baños públicos. Allí dejé la campervan, preparé
todo lo que llevaría en la mochila pequeña, y regresé para esperar la hora de
salida del bote-taxi.
Playa de Marahau, en el Parque Nacional Abel Tasman |
Éste
debía partir a las 9:30 de la mañana, y llegar a Bark Bay a las 10:15. Pero
salimos con retraso, y fue en dirección contraria para recoger a cuatro
personas en otra playa cercana. Tenía un tiempo ajustado, y aquella falta de
puntualidad me desesperaba. Pero todo pasa por algo, y eso hizo que parásemos a
ver la Split Apple Rock, una roca redondeada en forma de manzana partida por la
mitad. Me pregunto cómo se pudo realizar un corte tan limpio. De camino a
nuestro destino, el capitán también se desvió ligeramente a un par de lugares
para que pudiésemos ver lobos marinos.
Parque Nacional Abel Tasman |
Split Appel Rock. Parque Nacional Abel Tasman |
Parque Nacional Abel Tasman |
La barca nos dejó en una pequeña playa a cinco minutos caminando de Bark Bay para evitar que nos mojásemos las zapatillas. Fui para allá para verla, y comencé ya mi ruta de vuelta de
Playa donde desembarcamos. Playa Nacional Abel Tasman |
Bark Bay. Parque Nacional Abel Tasman |
Mi objetivo era llegar a Torrent Bay a media mañana, con la marea aún baja, para no tener que dar el rodeo de
Parque Nacional Abel Tasman |
Parque Nacional Abel Tasman |
Parque Nacional Abel Tasman |
Hay
varias casas en Torrent Bay, y carteles en todas ellas avisando que son
propiedad privada y que se respete la misma. Bajé al estuario donde desemboca
el río Torrent, y el terreno no era muy firme, lógicamente. Caminé muy
despacio, buscando el mejor recorrido, y no me di cuenta de los palos que lo
señalizaban hasta que ya estaba en el medio. Fui perezoso (y muy tonto) para
quitarme las zapatillas y caminar descalzo, especialmente al cruzar el pequeño
riachuelo que quedaba, y acabé con ellas y los calcetines totalmente empapadas.
Y no era muy cómodo caminar de esa manera.
Toorent Bay, y Anchorage al fondo a la izquierda. Parque Nacional Abel Tasman |
Estuario de Torrent Bay. Parque Nacional Abel Tasman |
Playa de Anchorage. Parque Nacional Abel Tasman |
Al
llegar a Anchorage Hut, me senté para comer y descansar. Pero antes, me quité
las zapatillas, estrujé los calcetines, y los dejé tendidos al sol en una
cuerda que encontré allí mismo. No se secaron, pero al menos no fueron
empapados durante el resto de la ruta.
Era
temprano, y ya sabía que me sobraría tiempo. Me di cuenta del “error” de no
haber ido más lejos. Así que me lo tomé con más calma. Me desvié a varios
puntos de observación, bajé a algunas playas, y tomé fotografías sin parar. La
temperatura no me invitaba mucho a tomar un baño en una de las playas, pero en
verano, la combinación de trekking, natación y relajación en la arena debe ser
increíble.
Parque Nacional Abel Tasman |
Parque Nacional Abel Tasman |
Parque Nacional Abel Tasman |
Parque Nacional Abel Tasman |
Parque Nacional Abel Tasman |
Parque Nacional Abel Tasman |
Reconozco
que el último tramo se me hizo largo, e incluso algo pesado por ser el paisaje
menos espectacular. Llegué al aparcamiento a las 16:15, mucho antes de
lo que pensaba. El paisaje que luego vi en la Península de Coromandel, en la isla norte, me recordó mucho a esta zona.
De
camino de vuelta hacia Nelson, paré en la biblioteca de Motueka para utilizar su wifi gratuita y reservar un
hostal en la ciudad. De nuevo, no pude aprovechar el
camping gratuito porque necesitaba ducharme después de un día intenso, y secar
las zapatillas y los calcetines.
Llegué
a Nelson ya de noche. Me hospedé en la hostal Paradiso Backpackers, con un
ambiente muy mochilero y de gente joven. Tiene piscina, una gran cocina, espacio
común y aparcamiento gratuito. Pagué 26 dólares por una cama en un dormitorio
compartido de cuatro, con baño privado dentro, y desayuno con tostadas y
cereales incluido.
Coincidí
con tres europeos muy majetes, dos checos y un francés, más jóvenes que yo, y
con los que conversé un buen rato. También se acostaron muy temprano. Dormí del
tirón, muy cómodo y caliente. En la recepción no tenían secador de pelo para
dejarme y poder secar las zapatillas, pero me dieron hojas de periódico para meterlas
dentro. Las puse al lado de la calefacción, y al día siguiente estaban
listas.
A
la mañana siguiente partí hacia Picton, en la que sería mi última noche en la
isla sur de Nueva Zelanda, antes de tomar el ferry hacia la isla norte.
En
resumen, Nelson tiene el centro de ciudad que más me gustó de los de la isla sur del país. Y sirve de base para visitar varios Parques Nacionales, especialmente en el Abel Tasman. Recorrer su ruta costera es obligatorio en un viaje por Nueva Zelanda.
Estupenda entrada y magníficas fotos!
ResponderEliminarMuchas gracias "El Baile de Norte", me alegro que te haya gustado :-D Un abrazo
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