Rotorua es un centro importante de la cultura
maorí, situada en la región Bay of Plenty de la isla norte de Nueva Zelanda. Junto
a los numerosos lagos que la rodean, descansa sobre una inmensa caldera
volcánica formada miles de años atrás. Forma parte de la gran
zona volcánica de Taupo, un
campo geotérmico que
se extiende desde la isla White y dicha bahía, hasta el monte Ruapehu, en el
centro del Parque Nacional Tongariro.
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Wai-o-Tapu |
Me levanté temprano, solo, en el tranquilo
camping del lago Oharo. Dicen que el lago es un buen lugar para ver diversos
tipos de aves y un bonito amanecer. Pero aquella fría mañana aún estaba
nublada.
Parque geotérmico Wai-o-Tapu
Tras desayunar volví a la carretera principal
para conducir en dirección hacia Taupo hasta Wai-o-Tapu Thermal Wonderland, un
parque geotérmico impresionante a unos 25 kilómetros de Rotorua. El paisaje esculpido por la actividad
geotérmica puede recorrerse sobre tres caminos bien definidos conectados entre
sí. Se tarda aproximadamente hora y media en hacerlo, y la entrada cuesta 32,5
dólares neozelandeses, lo que me pareció algo caro. Tan solo una pareja y yo
entramos tan temprano, y no empezamos a cruzarnos con más gente hasta casi el
final.
Después de verla comprendí porqué se la
conoce como el área geotérmica más colorida de Nueva Zelanda, debido a la acumulación de diferentes minerales. Lagos verdosos,
barros burbujeantes, rocas de diferentes colores o las famosas piscina de
champán (Champagne Pool) y la paleta del artista (Artists Palette) son algunas
de sus característica naturales. El lugar me recordó muchísimo a lo que vi en el
monte sagrado Unzen y en la ciudad de
Beppu, ambos en la isla japonesa de Kyushu.
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Wai-o-Tapu |
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Wai-o-Tapu |
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Wai-o-Tapu |
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Wai-o-Tapu |
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Wai-o-Tapu |
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Wai-o-Tapu |
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Wai-o-Tapu |
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Wai-o-Tapu |
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Wai-o-Tapu |
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Wai-o-Tapu |
Su otro reclamo más popular es el géiser de
la señora Knox, que entra en erupción diariamente a las 10:15 de la mañana.
Cerca del mismo hay otro aparcamiento, por lo que se puede ir en coche desde el
principal hasta éste otro. En realidad, la erupción del géiser se provoca
artificialmente para el turista, porque de no hacerlo, se daría una vez cada 48
horas, algo que ya esperaba por la hora tan exacta. Después de las
explicaciones del trabajador a todos los que estábamos sentados en la grada
semicircular, la “erupción” alcanzó unos 15 metros de altura.
Sinceramente, no es algo que recomendaría ir a ver, y de hecho me fui en
seguida después de verlo.
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Géiser Lady Knox. Wai-o-Tapu |
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Géiser Lady Know. Wai-o-Tapu |
Rotorua
Conduje entonces hasta Rotorua, un importante
centro maorí y la ciudad geotérmica por excelencia de Nueva Zelanda. A las
afueras de la ciudad, en la misma carretera, se asienta el otro gran parque
geotérmico de las inmediaciones, llamado Te Puia. Combina el mundo geotérmico
con espectáculos relacionados con la cultura maorí. Es decir, una combinación
completa para el turista que pagará, como mínimo, 51 dólares neozelandeses por
la entrada más barata. Lógicamente no entré, y más después de lo que ya había
visto en Wai-o-Tapu.
Seguí conduciendo hasta el centro de Rotorua,
donde hay algunos aparcamientos gratuitos durante la primera hora, P60. Lo dejé
en uno de ellos mientras pasaba al centro de visitantes i-SITE para coger un
mapa de la ciudad y los alrededores, e informarme sobre lo que visitar en la
zona. También aproveché su conexión wifi gratuita para reservar cama en un
hostal barato. Definitivamente estaba resfriado, y esa noche prefería dormir en
un lugar más caliente, donde poder darme también una buena ducha.
Fui caminando al mismo, echando un vistazo a
las calles del centro de Rotorua, que parecía tener mucho ambiente, como Taupo.
Un leve aroma a azufre impregnaba el aire. La calle Fenton está llena de hoteles y hostales. Me quedó claro que era uno de los lugares más turísticos de todo el país.
El hostal se llamaba Four Canoes Hotel, y
pagué 9 euros por una cama en un dormitorio de cuatro con baño privado. No
incluía desayuno, pero sí café y té gratis al lado de la recepción. Personal
amable, todo limpio, cocina de uso común, sala de estar grande y piscina... muy
recomendable. Era temprano, y como ya imaginaba, no pude hacer el check-in.
Regresé a por el coche, y lo aparqué dentro
del parque Kuirao, también en el centro. En este parque también se pueden ver
varios fenómenos geotérmicos gratuitamente. Muy cerca se encuentra ya la orilla
del lago Rotorua, donde hay un paseo bordeándolo con letreros que explican la
historia del lugar y muestran fotografías antiguas. El lago Rotorua es el más largo del distrito,
y la pesca de la trucha en el mismo es la más productiva de Nueva Zelanda. Seguí paseando hasta enlazar con los Jardines del Gobierno (Government Gardens).
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Parque Kuirao. Rotorua |
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Lago Rotorua |
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Lago Rotorua |
Después
de comer fui al hostal, donde encontré a dos estudiantes de Sri Lanka muy
majetes. Estuve charlando un rato con ellos, y me contaron que su país tiene un
convenio con Nueva Zelanda y es habitual ver a estudiantes de Sri Lanka por
allí. Aproveché para hacer la
colada. La lavadora y secadora del hostal eran baratas, y en hora y media lo
tuve todo listo.
A las seis de la tarde, ya de noche,
comenzaba el mercadillo nocturno en el centro de Rotorua, donde levantaron distintas
casetas de comida y ropa. Cuando vi un puesto con comida tailandesa donde
vendían arroz frito con pollo y verduras, no lo pensé dos veces. Eso sí,
comparando los 8 dólares neozelandeses que me costó con el dólar que pagaba en
Tailandia por lo mismo…
Por
la noche encontré al cuarto huésped del dormitorio, un checo joven que me
propuso venir conmigo en el coche pagando la mitad de la gasolina. Lo rechacé
porque no sabía lo que haría al día siguiente hasta ver cómo me encontraba.
Además, que me lo propusiera casi al principio y sin apenas haber charlado, me
descolocó un poco. Apenas dormí
esa noche, no paré de toser.
Al final decidí visitar varios de los muchos
lagos que hay cerca de Rotorua tras desayunar, aún chispeando, porque después
la previsión era que llovería más.
Los lagos de Rotorua
Rotorua también es conocida por ser el
Distrito de los Lagos de Nueva Zelanda, algo que yo pensaba que se reservaba a
la zona de Queenstown y los lagos Wanaka y Hawea. Alberga 16 lagos de
diferentes tamaños, y tres ríos principales. Son lugares propicios para el
turismo familiar y de aventura, pues se pueden realizar diferentes deportes
acuáticos y senderismo, a parte de descansar.
A apenas unos minutos del centro de Rotorua,
por la Tarawera Road, encontré el primero de los lagos, pequeño y circular,
rodeado por un bosque nativo. Era el lago Tikitapu, más conocido como el Lago
Azul por el color de sus aguas. Es muy popular entre los locales, y posee una
ruta de senderismo alrededor del mismo.
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Lago Tikitapu |
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Lago Tikitapu |
Apenas una estrecha franja de tierra lo
separa del segundo, el lago Rotokakahi, conocido como el Lago Verde. Éste se
considera sagrado y es propiedad privada de una sociedad maorí, por lo que
nadar allí está prohibido. La razón es que existe un cementerio de muchos
antepasados maoríes en el interior de una pequeña isla en mitad del lago.
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Lago Rotokakahi |
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Lago Rotokakahi |
Seguí conduciendo hasta el lago Tarawera, uno
de los mayores de Nueva Zelanda y también popular por la pesca de trucha. Desde
allí ya puede verse el imponente monte Tarawera, un volcán aún activo y cuya
erupción en el año 1886 destruyó el monumento natural de las Terrazas Rosas y
Blancas y creó el lago Rotomahana. Aquí se encuentra otro de los “Great Walks”
de Nueva Zelanda, el Tarawera Trail, de 15 kilómetros, a
través de un paisaje impresionante. Desde este camino, y también por barco, se
puede acceder a la famosa playa de agua caliente.
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Lago Tarawera |
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Lago Tarawera |
Fui conduciendo paralelo a la orilla oeste
del lago durante un rato, viendo el paisaje, las casas y los pequeños
embarcaderos. Estaba claro que es un lugar de retiro y ocio acuático para los
neozelandeses. Desde allí volví a Rotorua, pero por un
camino en parte distinto, para ver el lago Okareka, otro utilizado ampliamente
para los deportes acuáticos por su cercanía a la ciudad.
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Lago Okareka |
Regresé al parking del hostal cuando ya
llovía sólo para utilizar su conexión wifi y comprobar que seguiría lloviendo en
Rotorua todo el día. Y también en Matamata, donde pretendía ir a visitar el
lugar donde se rodó Hobbiton, el hogar de los hobbies en El Señor de los
Anillos. Así fue como decidí entonces emprender el viajar hacia Whakatane y la
costa noreste de la isla norte de Nueva Zelanda por la carretera número 30,
pasando de camino por otros grandes lagos.
Primero me encontré con otro parque
geotérmico, Hells Gate (puerta a los infiernos) el único gestionado sólo por
maoríes en toda Nueva Zelanda. Como el resto, cuenta con lodos hirviendo, aguas
en erupción, fumarolas humeantes y, también, un baño de barro y la mayor
cascada caliente del hemisferio sur. Por su precio, 35 dólares neozelandeses el
paquete mínimo, y porque aún lloviznaba, decidí no pasar y seguir conduciendo.
En seguida llegué al lago Rotoiti, casi una
continuación del lago Rotorua y conectado al mismo por el Canal de Ohau. Se
encuentra en la parte superior de una cadena de lagos formados dentro de la caldera
Okataina como consecuencia de una gran erupción volcánica producida miles de
años atrás.
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Lago Rotoiti |
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Lago Rotoiti |
La carretera transcurre paralela a su orilla,
por lo que se puede ir disfrutando del paisaje y parar para tomar fotografías.
No obstante, me desvié a la derecha poco después, por la carretera del lago
Okataina para llegar a este otro gran lago. No me crucé con ningún coche en
todo el recorrido, y cuando llegué al mismo y al resort que encuentras allí,
parecía poco habitado. Está rodeado por un bosque con vegetación más densa. Un
lugar más remoto para quienes buscan mayor tranquilidad y descanso.
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Lago Okataina |
Tras regresar a la carretera principal y al
lago Rotoiti, llegué en seguida a los otros dos casi contiguos, los lagos
Rotoehu y Rotoma. Las aguas de este segundo son las más claras de todos los
lagos de Rotorua, y bajo sus aguas se encuentra sumergido un antiguo pueblo
maorí. Ese fue el último lago que encontré en mi camino hacia Whakatane, en lacosta de la Bay of Plenty.
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Lago Rotoma |
En resumen, Rotorua, sus parques geotérmicos y sus lagos son una visita obligada en un viaje por Nueva Zelanda. Dos días son suficientes para visitar todo sin prisas y disfrutando del lugar.
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