Danang y las marble mountains

Danang es el puerto más importante del centro de Vietnam, después de haber sucedido a Hoi An durante el siglo XIX en este sentido. Actualmente posee una de las economías más importantes del país, así como uno de los aeropuertos internacionales del mismo. Es conocida también como la "Silicon City" de Vietnam, debido al rápido y creciente desarrollo del sector web. En Marzo del año 1965, fue el destino del primer desembarco de tropas de combate americanas en el sur de Vietnam.

Mirador de Nui Son Tra. Danang. Mayo 2015

Danang


El autobús local desde Hoi An hasta Danang me dejó en el centro de la ciudad, al lado del mercado Han, y cerca del puente que debía cruzar para llegar a dos de los hoteles que había visto previamente en la web, en dirección a la playa My Khe.

La ciudad parecía muy distinta a lo visto en los últimos lugares... grande, moderna, llena de vida. Me detuve varias veces en el camino a hacer fotos y contemplar la arquitectura de sus puentes sobre el río Han. Es sabido que Danang ha cambiado y crecido mucho durante los últimos años, y sigue siendo una de las ciudades con más proyección y desarrollo de todo Vietnam.

Puente del dragón. Danang. Mayo 2015

No logré encontrar el primero de los hoteles, puesto que olvidé situarlos en la aplicación de google maps de mi teléfono móvil antes de salir del hotel de Hoi An y sólo recordaba la zona, pero no la localización exacta. Mientras buscaba el segundo, una chica joven en motocicleta paró a mi lado y me preguntó si estaba buscando alojamiento. Le contesté que sí, y me comentó que tenía una "homestay", que incluía alojamiento y comida, y con la que tendría una experiencia más cercana con la cultura y el estilo de vida de una familia vietnamita. La idea me seducía, pero terminé rechazando su oferta porque el precio era alto, y aún así, tuvo la amabilidad de llevarme en su motocicleta al hotel que estaba buscando, sin yo pedírselo. Como tampoco logramos encontrarlo, me llevó a otro que conocía en la misma zona, y aunque fui a comprobar otro más después, me terminé quedando allí. El nombre del lugar es Eena Hotel, y su personal es muy amable y atento. El coste de la habitación fue de diez dólares, con aire acondicionado y baño propio.

Para cenar fui a la esquina de esa misma calle, donde cocinaban y servían comida, con numerosos clientes locales, y cuya comida estuvo buena. Tuve que señalar lo que quería comer porque no sabían nada de inglés, y para pagar, me enseñaban los billetes que representaban la cuantía total de la comida. El coste fue de un euro y veinticinco centavos al cambio. Repetí varias veces.

Por la mañana decidí ir al hospital, porque el dolor del pie iba a más, y su aspecto a peor. El hotel proporcionaba bicicletas gratuitas, así que cogí una para ir al centro de la ciudad, que es donde se encuentra el hospital. El recepcionista me explicó que en frente del mismo hay como consultas médicas privadas, pero no encontré ningún dibujo de un pie o similar que me hiciera pensar que se trataba de un podólogo, y por supuesto, sin saber vietnamita, no entendía lo que decían los carteles de dichos lugares. Así que acabé entrando en el hospital.

El hombre de seguridad me preguntó al verme, y le señalé el pie, haciéndole el gesto de estar inflamado, porque tampoco sabía inglés. Entonces me acompañó por un largo pasillo hasta lo que entendí que eran las urgencias del centro, y allí, las enfermeras me pidieron que esperase hasta que vino a hablar conmigo un doctor joven que sí hablaba inglés. Al ver el dedo, me dijo que tenía infección y debía curarlo, que me pondría anestesia y luego tendría que tomar antibiótico. Me explicó todo el procedimiento detalladamente, y me comentó que normalmente no tienen tiempo de hacerlo con los pacientes vietnamitas, pero que entendía mi situación y prefería que entendiese todo correctamente, para estar convencido y dar mi consentimiento a la "operación". Me prepararon un recibo para pagar el coste de la misma previamente a realizarla, y al salir, la enfermera que me había acompañado dentro de urgencias me cogió el recibo, habló con las compañeras que estaban dentro de las taquillas, y, saltándose a los vietnamitas que esperaban delante de mí, me ayudó para pagar rápidamente y volver dentro de urgencias para iniciar la cura. 

Recibo del hospital. Danang. Mayo 2015

Me metieron en una pequeña sala, y vi las estrellas cuando me pusieron la anestesia en la zona inflamada con dos pinchazos. Del resto ya no me enteré, y estuve hablando con el doctor mientras trabajaba sobre cómo funcionaba la sanidad en cada uno de nuestros países, dónde estudió, cuál era mi plan de viaje, etc. Realmente amable y simpático. Después de darme las recetas del antibiótico y un analgésico para el dolor, fui a la farmacia que había dentro del propio hospital para comprarlas. También me recomendó comprar sandalias para caminar (no de las de playas) en lugar de llevar zapatillas cerradas, para evitar que el pie sudase y que curara más rápido la herida. Aún iba caminando por un largo pasillo del centro cuando finalizó el efecto de la anestesia, y empecé a sentir un dolor horrible. Cogí la bicicleta y fui directamente al hotel a tomar las medicinas y descansar en la cama. Un par de horas después salí a comer, y volví a seguir descansando. Digamos que perdí toda la mañana con esa situación.


Monkey mountain, la montaña del mono


Sobre las tres y media de la tarde alquilé una motocicleta, y fui a visitar la montaña Nui Son Tra, llamada montaña del mono por los americanas. De camino encontré el templo Chua Linh Ung, con una estatua enorme de Lady Buda (la primera vez que supe de la versión femenina de Buda), y muchos locales dentro del mismo. Me pareció que debía ser un centro religioso de peregrinación importante para ellos. Luego seguí por la carretera, que era más larga de lo que suponía, pues iba dando la vuelta a la pequeña península donde se encontraba la montaña. Las vistas, preciosas. Los últimos ocho kilómetros ya subían la montaña en una carretera muy estrecha, con notable pendiente en algunos tramos, y una densa vegetación a ambos lados. Al llegar a la cima, descubrí que las vista hacia la ciudad era espectaculares. Al fondo también se podían ver la montañas que debía cruzar para llegar a Hue, mi próximo destino, y que se dice que son las que separan el norte de Vietnam del resto del país

Templo en Nui Son Tra. Danang. Mayo 2015

Nui Son Tra. Danang. Mayo 2015

Posteriormente dí una vuelta por la ciudad con la motocicleta, sacando fotos de las luces de la misma, especialmente de los puentes. Busqué un restaurante con comida occidental, pues me apetecía especialmente una pizza. Pero como estaba cansado y sentía nuevamente algo de dolor en el pie, volví al hotel, donde me ayudaron a pedir una pizza a domicilio. Por supuesto, y como otras veces que me desvié de la comida local, el precio fue escandaloso, 190.000 dongs, comparado con los 30.000-35.000 dongs que pagaba por la comida en el puesto de la calle.

Danang. Mayo 2015

Danang. Mayo 2015

Danang. Mayo 2015

Puente Thuan Phuoc. Danang. Mayo 2015
(este puente me recordó, y mucho, a uno de Nueva York)

Marble mountains, las montañas de mármol 


Al día siguiente me levanté mejor, desayuné la fruta que había comprado el día anterior y fui a ver las Marble mountains (montañas de mármol), a unos nueve kilómetros del centro de la ciudad. Son cinco, y se nombran por el elemento al que dicen que representa: agua, madera, fuego, metal u oro y tierra. Thuy Son (agua) es la más grande y famosa de las cinco montañas, y su entrada fueron 15.000 dongs. Me comentaron que durante la guerra con los americanos estuvieron controladas por el Vietcom, siendo un lugar estratégico. Tienen varias pagodas y templos en las mismas, también numerosas cuevas, la mayor parte pequeñas. En éstas, o en cualquier otro rincón de las montañas, se pueden encontrar imágenes de Buda o pequeños santuarios. 

Marble mountains. Danang. Mayo 2015

Marble mountains. Danang. Mayo 2015

Marble mountains. Danang. Mayo 2015

Posteriormente fui al mercado Han para comprar las sandalias recomendadas por el doctor, pero lo hice por un trayecto diferente para seguir viendo la ciudad. Luego fui a la bahía de Danang, y desde allí a la estación de tren, donde, siguiendo las instrucciones de Jady, que seguía aconsejándome por whatsapp, compré el billete hacia Hue con salida a las 14:13. El precio fue algo más caro que lo que ella me había comentado que costaba, 75.000 dongs frente a los 60.000 que pagaban los locales. El mío ponía, literalmente, tipo "extranjero". Adicionalmente, fue la primera vez que me pidieron el pasaporte para comprar un billete en transporte público.

Regresé al hotel para comer algo y coger la maleta, que ya había dejado hecha por la mañana. Antes, me fui unos minutos a la playa My Khe para fotografiarla. En el hotel pedí el favor de que me acompañaran a la estación con mi motocicleta, y luego la regresasen ellos, al no poder caminar tanto con la herida del pie. Lo había organizado intencionadamente para que me quedase tiempo del alquiler y suficiente gasolina en el depósito. Me dijeron que sí, aunque finalmente el recepcionista prefirió llevarme en su propia motocicleta.

Bahía de Danang. Mayo 2015

Playa My Khe de Danang. Mayo 2015
(al fondo, en mitad de la montaña, de blanco, se divisa la estatua de Lady Buda, para que comprobéis su tamaño)

Llegué a la estación con mucho tiempo, incluso podría haber cogido el tren anterior. El mío llegó más de media hora de retraso, aunque me dijeron que era habitual. Me senté al lado de dos vietnamitas de cierta edad que me hicieron varias fotografías, incluso el marido se hizo algunas conmigo. También a los otros extranjeros del vagón. Supongo que no estarían muy acostumbrados a ver turistas. No hablaban nada de inglés. El paisaje me dejó boquiabierto, de lo mejor que había visto hasta ese momento en Vietnam. Pensé que si alguna vez volvía allí, haría ese tramo en motocicleta, tranquilamente, y parando a cada rato para hacer fotografías y disfrutar de las vistas.

En resumen, Danang es una ciudad grande, pero sin el agobio de tráfico que tienen Ho Chi Minh City y Hanoi. La playa le da un punto más, y otro las magníficas vistas desde la montaña del mono. En otras partes del país me hablaron muy bien de la gestión del gobierno local, que la está convirtiendo en una ciudad atractiva tanto para trabajar como para vivir. Una visita del todo recomendable en un viaje por Vietnam.

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