En bicicleta desde Onomichi hasta Imabari

Las muchas islas que cubren el mar interior de Seto, en Japón, están conectadas por nueve largos puentes colgantes que unen las ciudades de Onomichi, en la isla de Honshu, con Imabari, en la isla de Shikoku. Cada puente tiene un sendero para ciclistas y peatones paralelo a la carretera, que lo convierte en una ruta ideal para los ciclistas. Onomichi, por su parte, es una ciudad antigua llena de templos y cultura, y ha sido el escenario de numerosas películas japonesas.

Ruta desde Onomichi hasta Imabari. Julio 2015


Onomichi


Al llegar a la estación de Onomichi desde Hiroshima, caminé hacia el hostal que había reservado, cansado, pues hacía un calor tremendo a esas horas. No tenía disponible la aplicación de google maps en el teléfono móvil, por lo que tuve que preguntar la dirección a un local, que no dudó en acompañarme hasta la misma puerta. Se llamaba Onomichi Guesthouse Fuji Hostel, y es recomendable, pues la cama es muy cómoda, y las instalaciones están bien.

Eran las 14:15, y no había nadie en recepción. No podía realizarse la entrada hasta las tres de la tarde, pero de ahí a que no hubiera nadie atendiendo, con varias mochilas por allí... De hecho, eso fue la tónica. El dueño aparecía de vez en cuando, pero luego desaparecía durante el resto de la tarde. Una manera extraña de llevar el negocio. Supongo que si ya tenía el hostal completo, pensaría que no tenía nada más que hacer. ¿Pero y si surgía algún problema, o simplemente los clientes querían preguntarle sobre lo que visitar en la ciudad, o sobre la famosa ruta en bicicleta por la que muchos turista llegaban a Onomichi?. 

Respecto a esta ruta, ya había leído sobre ella antes de viajar a Japón, pero no le presté mucha atención, hasta que Laura, una de las zaragozanas que me encontré en Kamikochi, me la recomendó. Parte desde Onomichi, en la isla de Honshu, y llega hasta Imabari, en la isla de Shikoku, o viceversa. Su recorrido completo son setenta kilómetros, pasando por las islas Mukaishima, Innoshima, Ikuchijima, Omishima, Hakatajima y Oshima, que están conectadas mediante puentes colgantes

En Onomichi se puede alquilar una bicicleta por 500 yenes al lado de la estación de trenes, que incluye también el casco. Si la devuelves en otro lugar, pierdes los 1.000 yenes de depósito que también pagas en ese momento. Además, luego tienes que coger un autobús directo desde Imabari hasta Onomichi, por unos 2.250 yenes, y que sale cada tres horas. Es decir, que el día completo te puede salir caro. Si no tienes una mochila muy pesada y la llevas contigo, también hay conexión directa desde Imabari a Hiroshima, sin necesidad de volver a Onomichi.

Por esa razón, y para intentar ahorrar algo de dinero, mi idea era llegar hasta el último puente y volver, lo que suponía hacer alrededor de 120 km, es decir, una barbaridad. Así que tenía pensado coger alguno de los barcos que conectan las islas, e incluso intentar hacer auto-stop con alguna camioneta o camión que pudiese transportar también mi bicicleta. 

Me quedé en el hostal el resto de la tarde, descansando en la cama, y charlando con un chileno que había por allí. En la cena se nos unieron un americano y dos japoneses. Uno de ellos entendía inglés, pero apenas lo hablaba. El otro directamente no sabía nada, por lo que hablaba en japonés, y a nosotros nos traducía el americano, que llevaba unos meses trabajando en el país y ya se manejaba bien con el idioma. También salí a dar un paseo por el centro de Onomichi, y me pareció una ciudad algo triste y aburrida.

Activé la alarma para despertarme a las seis de la mañana, y llegar a la estación a las siete, cuando abría la tienda de alquiler de bicicleta. Quería aprovechar la mañana antes de que hiciese mucho calor, pues las previsiones hablaban de que se alcanzarían los treinta y cinco grados ese día, sumado a la alta humedad del lugar. Pero no la oí y me levanté algo más tarde.

Para comenzar la ruta, lo primero que hice fue coger el ferry que te lleva a la primera isla por 110 yenes, en un viaje corto de menos de diez minutos. Todo el camino estaba muy bien señalizado, con franjas azules en el suelo e indicaciones de los kilómetros que te quedan para llegar, en ambos sentidos. A veces puedes confundirte con la ruta que rodea cada isla, pero la indicación de ésta dice "island explorer". Fui haciendo paradas para descansar y comprar bebida y algo de picar.

Ruta desde Onomichi hasta Imabari. Julio 2015

El recorrido estaba lleno de industrias navieras en las diferentes islas. Y había una especie de calima que no me permitía ver muy bien las más alejadas, por lo que los paisajes me estaban defraudando, con alguna excepción claro. No así los puentes, estructuras siempre imponentes.  

No logré encontrar el camino de subida al penúltimo puente, de nombre Hakata-Oshima, el de las dos islas que conecta. Seguí entonces la línea azul que daba la vuelta a la isla. Paré a comer en un supermercado local, con precios más bajos, donde aproveché para ponerme ciego por el desgaste que estaba teniendo. El problema fue que durante la digestión, la sangre la tuve en el estómago en lugar de en las piernas, que era donde la necesitaba. Pero necesitaba reponer fuerzas.

Ruta desde Onomichi hasta Imabari. Julio 2015

Ruta desde Onomichi hasta Imabari. Julio 2015

Ruta desde Onomichi hasta Imabari. Julio 2015

Después de comer, acabé dando la vuelta completa a la isla en los cuarenta y cinco minutos siguientes, lo que supuso un desgaste extra que no tenía previsto. Cuando llegué al puente, la indicación marcaba 48 kilómetros hasta Onomichi. Eso significaba que iba a acabar el día rondando los 110 kilómetros, una brutalidad teniendo en cuenta el calor que ya hacía, y que ni mucho menos tenía entrenamiento suficiente para aquello. Aún tenía la opción de buscar los barcos entre islas si me veía mal.

Lo cierto es que hasta los últimos quince kilómetros, aguanté bien. En estos últimos, hice andando parte de la subida a los dos últimos puentes, empujando la bicicleta. También intenté hacer recorridos diferentes durante la vuelta, pero la conclusión fue la misma que a la ida, es decir, que las vistas no eran tan bonitas como las describían. En un punto tomé la dirección equivocada, la de los automóviles en lugar de la de las bicicletas, y al llegar al peaje, salió un japonés de una de las casetas corriendo hacia mí como un loco mientras hacía una X con sus brazos, que es como ellos indican que está cerrado, no es posible, o simplemente no. Me pidió que diese la vuelta, explicándome por dónde debía seguir.  

Ruta desde Onomichi hasta Imabari. Julio 2015

Ruta desde Onomichi hasta Imabari. Julio 2015

Ruta desde Onomichi hasta Imabari. Julio 2015

Finalmente llegué a la terminal de alquiler de bicicletas de Onomichi pasadas las cinco de la tarde, donde confirmé que no cerraban hasta las seis. Fui al hostal a recoger la mochila grande. Tenía dos opciones, quedarme allí también esa noche si había cama libre, o mirar la disponibilidad en el hostal del día anterior, y aprovechar esa tarde para quitarme dos horas de viaje en tren del día siguiente. Intenté primero esta segunda opción, buscando en internet si el hostal de Nishi-Hiroshima tenía disponibilidad. Así fue, así que hice la reserva y volví a la terminal a devolver la bicicleta, esta vez con las dos mochilas a cuesta. Dada la experiencia del día anterior, probé a acceder a la estación de Onomichi nuevamente por la entrada opuesta a la principal, y seguía sin haber nadie allí. Tampoco al salir de la estación de Nishi-Hiroshima, por lo que volví a viajar gratis, y me siguieron quedando tres de los cinco billetes posibles. 

Al llegar al hostal encontré a Janie en la sala común, que me ayudó a buscar los transbordos y horarios de trenes que debía coger al día siguiente. Mi plan era llegar al monte Aso al día siguiente, que estaba con nivel 2 de alerta de erupción (el normal es el 1), lo que significaba que no podría acercarme al cráter, pero sí a la montaña. En una pequeña isla más al sur, pero cercana, el nivel de alerta era el 5, es decir, evacuación por riesgo de erupción inminente del volcán Sakurajima. También en Hakone el nivel de alerta era el dos. No sé si esa situación era relativamente habitual, pero a mí, que varios volcanes de Japón, en distintos puntos geográficos, estuvieran con alertas, me dejaba algo intranquilo. 

El problema era que los precios alrededor del monte Aso eran prohibitivos, supongo que por tratarse de la temporada alta vacacional de Japón. La opción más probable era quedarme en Kumamoto, una ciudad grande a unos cincuenta kilómetros de distancia. Allí encontré habitaciones individuales en hoteles por treinta y cinco euros. Pensé que quizás no estuviese mal descansar realmente bien una noche, aunque finalmente no reservé, por si había alguna cancelación en alguno de los hostales a última hora. 

Esa noche dormí en un dormitorio diferente, aunque también de cuatro camas. El problema fue que me asignaron la cama de arriba de la litera, y con el aire acondicionado justo encima de mi cabeza. Cambié de posición, y utilicé el nórdico toda la noche, pero no logré alcanzar un sueño profundo, en parte por el aire frío y en parte, supongo, por el cansancio muscular. Desperté a las seis de la mañana y ya no volví a dormirme. Después de desayunar, emprendí el largo viaje en tren hasta Kumamoto. Muchas horas y varios transbordos me esperaban:

Nishi-hiroshima - Iwakuni - Shigamaguchi - Shimonoseki - Kokura - Arao (*) - Kumamoto

(*) En esta parada salí de la estación para comer, porque eran las tres de la tarde y aún no lo había hecho. Compré algo en un supermercado, que llevé a la estación para no perder mucho tiempo, pero perdí el primer tren hacia Kumamoto, y tuve que esperar un rato para coger el siguiente. 

Es decir, comencé con el primer tren como a las 8:30 de la mañana, y llegaba al destino alrededor de las 17:20.

En resumen, no considero que la ruta en bicicleta entre Onomichi e Imabari sea una visita imprescindible en un viaje por Japón. Si dispones de tiempo, resulta interesante cambiar de rutina y hacer algo totalmente diferente. Otra opción más corta y cómoda es realizar el recorrido en coche. 


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4 comentarios :

  1. http://www.elmundo.es/album/ciencia/2015/09/14/55f6a899ca4741d0708b457f.html

    Un saludo

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    Respuestas
    1. Gracias Juan por la noticia. Estuve en el monte Aso el día 1 de agosto y el cráter ya emitía humo. Estaba con alerta de nivel 2 por entonces. Un abrazo

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  2. Hola Jonathan!! Soy Verónica, coincidimos en Kioto y Takayama. Sigues por Japón? Rubén y yo seguimos tus andanzas por el país del sol naciente. Seguiremos leyendote a ver por donde andas. Hasta cuando vas a estar por ahi?? Un saludo y que vaya bien!

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  3. Hola Verónica, ¡qué alegría saber de vosotros!. Estoy en Malasia ahora. En Japón me quedé 35 días la primera parte, y luego volví otras tres semanas después de Corea del Sur, pero sólo a la zona de Fukuoka y alrededores. Envíame un whatsapp o mensaje por fa, porque no encuentro vuestros números. Gracias por el comentario. Un saludo.

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